Un sicario de 13 años de edad, confeso de 10 homicidios, fue asesinado en el estado mexicano de Zacatecas, se confirmó este viernes oficialmente.
El cadáver del niño, quien se encontraba en libertad debido a que las leyes mexicanas prohíben llevar a prisión a menores de 14 años, apareció junto a los de cuatro mujeres y otro hombre, en los límites de los municipios de Morelos y Vetagrande.
Los cuerpos fueron encontrados gracias al aviso de una llamada anónima. Todos presentaban evidencias de tortura.
El niño fue capturado varias semanas atrás como parte de una banda de criminales, pero no permaneció detenido. El hecho provocó una polémica entre juristas acerca de la legislación vigente.
Numerosos menores son incorporados a actividades del crimen organizado, incluso algunos son convertidos en sicarios, como ocurrió en este caso.
De acuerdo con varias fuentes, se estima que las organizaciones delictivas han reclutado por lo menos a 35 mil con edades que fluctúan entre 12 y 17 años.
Pero ellos son, al mismo tiempo, también víctimas. De acuerdo con datos oficiales, en los últimos cuatro años más de dos mil 500 fueron asesinados en enfrentamientos entre bandas rivales.
A ello se añade la dramática cifra de que cada 10 muertos en esos choques, siete son jóvenes.