Los niños indígenas aún mueren de enfermedades asociadas a la desnutrición|Niños argentinos acuden a comedores populares para obtener un plato de comida

A las puertas de un comedor popular de una «villa miseria» de Buenos Aires, un grupo de niños agita sus recipientes de plástico para recibir algo de comida.

«No se preocupen, hay para todos», manifiesta Norma Colque, mientras sirve un poco de comida en los envases que los niños llevarán luego a sus hogares ubicados en la Villa 31 Bis, uno de los barrios más pobres desde donde, paradójicamente, se puede observar una de las zonas más acaudaladas de la capital argentina.

El comedor popular o «Merendero de los niños» es coordinado por Norma Colque y desde hace un tiempo se ha duplicado la demanda, porque son muchas las familias que se encuentran desempleadas y no pueden pagar los alimentos.

La fuerte devaluación ordenada por el Gobierno de Mauricio Macri ha afectado considerablemente a las familias más humildes de Argentina.

«El cero pobreza que (el presidente Mauricio Macri) prometió… ¡Nos mintió a todos! Creímos en él, queríamos un cambio… ahora tenemos el cambio y fue para mal», manifestó a la agencia AP, Miriam Cruz.

El norte del país argentino es el más castigado. Los niños indígenas aún mueren de enfermedades asociadas a la desnutrición. Un informe de la Universidad Católica de esa nación (UCA) destacó que «la inseguridad alimentaria afectaba en 2015 al 19,5 por ciento de la infancia y adolescencia urbana y al 7,7 por ciento en niveles graves».

Aunque Macri se defiende al afirmar que en 2017 habrá un crecimiento de la economía y que las medidas tomadas han ayudado a un «aumento» de los planes sociales, este año finalizará con un 40 por ciento de incremento de los precios, según los economistas.

TyF/Telesur

Al menos cuentan con comedores populares, así no tienen que esperar que el amigo imaginario provea…