En los actuales momentos existe la posibilidad de preguntarse si será cierto que “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”, como lo dijo nuestro Libertador Simón Bolívar.
El pasado 9 de marzo Barack Hussein Obama, actual presidente de Estados Unidos, sancionó a la República Bolivariana de Venezuela aduciendo que el país representa una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de los Estados Unidos”. En este sentido, declaró a la Patria de Bolívar como una “emergencia nacional” que “amenaza” la seguridad del imperio.
Esta arremetida del Gobierno que lidera Obama no es algo nuevo; la sanción llega una vez que el presidente Nicolás Maduro exigiera visa a los ciudadanos estadounidenses para ingresar a nuestro país; exigencia que además solicitan en más de 80 países. Sin embargo, los gringos creen que descubrieron el agua tibia y embisten contra la nación tildándonos de “amenaza”.
De esta manera, es importante destacar que el imperio continúa deseando nuestro petróleo, y es que según la página web de Pdvsa nuestro país cuenta con un un total de 316 millones de barriles en reserva demostrando que tendríamos petróleo para los próximos 250 a 300 años.
En consecuencia, y ante el nuevo ataque del Norte, un grupo de patriotas salió a las calles a defender la soberanía, mientras que la oposición en una actitud inasible ha guardado silencio rotundo. Ni un comunicado, ni un tímido pronunciamiento, nada. Lógico, ellos son pitiyankees y están convencidos de que los marines en un supuesto negado de intervención los van a clasificar ya que estarán debidamente identificados con franelas de Mickey que diga algo como “soy escuálido y no apoyo al régimen”.
Finalmente, retomando nuestra premisa del pensamiento del Libertador, podemos decir que hoy ningún país de América Latina está solo. En la actualidad, se cuenta con la unión latinoamericana promovida por el presidente Hugo Chávez, una hermandad, un bloque muy distinto a épocas pasadas y vividas en El Salvador, Argentina, Chile, Cuba, Brasil, entre otros. Somos una Nación que recibe apoyo mundial debido a la esperanza que hoy representamos ante el mundo, y porque no somos esos “indios” que interpreta mal el mensaje de Obama a quien esperamos en la próxima Cumbre de las Américas.