Respetando el anuncio presidencial de cuarentena colectiva social y colectiva, la feligresía que acostumbra visitar el Santuario Mariano Diocesano Virgen Reconciliadora de los Pueblos por la Virgen de Faácado a doce kilómetros de Cúa, parroquia de Nuestra Señora del Rosario de la diócesis de Los Teques en el distrito Urdaneta del estado Miranda, no podrá hacerlo, ya que permanecerá cerrado mientras dure el proceso para controlar esta pandemia en el país.
Prueba de ello es que no hubo misa en el lugar para celebrar la Solemnidad de la Anunciación del Señor y el 44° aniversario de la primera manifestación de la Santísima Virgen el miércoles 25.
La Virgen Santísima se apareció por primera vez el 25 de marzo de 1976 a la sierva de Dios, María Esperanza Medrano de Bianchini, cuya causa de canonización fue abierta en 2010. Todo cambió radicalmente el 25 de marzo de 1984, cuando la Virgen se hizo visible ante más de 108 personas, quienes dieron su testimonio al entonces obispo de Los Teques, monseñor Pío Bello Ricardo, quien inició una investigación que duró tres años, tras la cual aprobó las apariciones. Esta aprobación eclesiástica, plasmada en una Carta Pastoral entregada en Roma en 1987, fue la cuarta otorgada por la Iglesia en el siglo XX, y en ella se deja asentado que las apariciones son auténticas y de carácter sobrenatural.
La Fundación Betania se suma a la iniciativa de su santidad el papa Francisco e invita a rezar el Padrenuestro, la oración que une a todos los cristianos. Es la oración que el mismo Jesús enseñó para dirigirse a Dios llamándolo Padre y pidiéndole el pan de cada día y la liberación del mal, dijo el santo padre. Días antes también exhortó a elevar una oración a la Madre de Dios, por ello la Fundación Betania invita a solicitar la mediación de la Madre del Salvador, bajo la advocación de Virgen Reconciliadora de los Pueblos ya que ella siempre escucha a sus hijos e intercede por ellos, sobretodo en estos momentos de prueba para toda la humanidad.
El papa Francisco en el Ángelus del domingo 22 de este mes señaló: “Queridos hermanos y hermanas en estos días de prueba, mientras la humanidad tiembla ante la amenaza de la pandemia, me gustaría proponer a todos los cristianos que unan sus voces al Cielo. Invito a todos los Jefes de las iglesias y a los líderes de todas las comunidades cristianas, junto con todos los cristianos de las distintas confesiones, a invocar al Dios Altísimo y Todopoderoso, recitando al mismo tiempo la oración que nos enseñó Jesús Nuestro Señor».