Repaso uno de los tantos medios de comunicación en Argentina que hablan sobre Venezuela y titula en su sitio web “Hambre en Venezuela”, donde afirma que esto es responsabilidad del “régimen de Nicolás Maduro”. Como vemos, tanto el título -completamente falso y tendencioso- como la utilización de la palabra “régimen” cumplen una clara función de menoscabo, no solo del Gobierno, sino lo que es peor aun: de la democracia. El despliegue continuo y sistemático para erosionar y deteriorar el proceso bolivariano ha evolucionado a una estrategia destituyente y golpista que con el correr de los días se vuelve cada vez mas visible.
En los medios monopólicos de comunicación argentinos como de otras latitudes de la región y del mundo, Venezuela es sinónimo de “dictadura”, de “autoritarismo”, de “populismo” y hasta hablan de que se está generando el terreno para un “autogolpe” comparando al presidente Nicolás Maduro con el nefasto Alberto Fujimori. De eso se habla y se escribe en los medios argentinos y del mundo.
La palabra “régimen” la utilizan de manera despectiva para mostrar que los problemas económicos y sociales que aparecen son “consecuencia de las políticas del chavismo y del gobierno del presidente Maduro” y omiten, como es su costumbre, el rol de la oposición y del imperialismo estadounidense que financian y alientan a las guarimbas y a los bachaqueros que alteran el orden social y político del país.
En la mayoría de los medios argentinos nunca se va a escuchar o leer una sola palabra sobre el accionar de estos grupos violentos y el papel instigador de la derecha venezolana. Esos actores no existen en su relato de la realidad y los males encarnados en saqueos, desabastecimiento, escasez, crisis y violencia civil son producto del Gobierno y no de los que se encuentran detrás operando para derrocarlo.
Hay un golpe de Estado en proceso para reinstaurar el neoliberalismo y nuestro deber, estemos dónde estemos, es denunciar estas maniobras en nombre de la verdad.