Colectivo La araña feminista|Nuestros Derechos Sexuales y Reproductivos (Opinión)

La génesis y el desarrollo de los Derechos Sexuales y Reproductivos (DSR) ha sido un área de tensiones entre objetivos demográficos y elección reproductiva. Veamos algunos antecedentes:

La Declaración Universal de los DDHH (ONU/Dic.1948), no hizo mención de los Derechos Reproductivos; sin embargo, afirma que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos… sin distinción…”;

20 años después en Teherán (CIDH/1968) se reconoció como derecho humano la reproducción: “Los padres tienen el derecho humano básico a decidir libre y responsablemente sobre el número y espaciamiento de sus hijos, y el derecho a adecuada educación e información en este aspecto”;

La Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (Bucarest/1974, Ciudad de México/1984) se refiere además de padres a parejas e individuos… y presionó por servicios de planificación familiar y,

La Conferencia del Año Internacional de la Mujer (Ciudad de México/1975) habló del “derecho a la opción reproductiva en principio de integridad corporal y control”.

Todas estas actividades internacionales se expresaron en acuerdos internacionales que serán el marco conceptual y jurídico de los derecho sexuales y reproductivos.

La Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación de la Mujer (CEDAW/1979); la declaraciones de la Conferencia sobre Derechos Humanos en Viena (1993), de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo (1994) y de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (1995) arribaron a consensos que consideran los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos.

Y los Estados partes de estas reuniones internacionales se han comprometido a eliminar cualquier forma de discriminación, promover la equidad de género y propiciar un ejercicio pleno, responsable e integral de la sexualidad y la reproducción.

La violación de estos derechos implica muertes evitables de personas como consecuencia de abortos sin condiciones sanitarias, homofobia y prácticas discriminatorias inaceptables

Estas discusiones a escala internacional que luego se trasladan a los Estados que ratifican las convenciones y declaraciones han sido importantes porque institucionalizan el discurso de los derechos sexuales y reproductivos y los colocan en el centro de la recuperación y la reapropiación de las mujeres de su cuerpo y sus vidas y, en última instancia, que se reconozca a las mujeres su condición de sujetas plenas de derechos desde una visión que amplía el horizonte de nuestras libertades y otorga nuevos significados a los principios de igualdad y no discriminación para todos los seres humanos.

T/ Carmen Teresa García R.