En Nueva Zelanda se creará un santuario marino de 620.000 kilómetros cuadrados, cuya superficie será más de dos veces más grande que la del propio país (que tiene 269.000 kilómetros cuadrados), según ‘The Guardian’.
El santuario, se extenderá en el archipiélago de Kermadec y acogerá 30 volcanes submarinos, unas 35 especies de ballenas y delfines, más de 150 tipos de peces y tres especies de tortugas marinas en vías de extinción.
Cualquier tipo de pesca o explotación marina estará prohibido en el santuario de Kermadec, igual que el uso del territorio acuático con fines lucrativos. El Gobierno neozelandés confirmó que no explotará los depósitos de plata que se encuentran bajo el suelo marino.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) aplaudió la iniciativa y dijo que supone un gran paso para la protección de la biodiversidad natural en todo el mundo.