Pável Rondón | Nuevas relaciones hemisféricas (Opinión)

La participación de la canciller Delcy Rodríguez en el Consejo Permanente de la OEA es un signo del carácter y ámbito que vienen tomando las relaciones entre América Latina y Estados Unidos.

Su discurso no fue para buscar de los embajadores comprensión del fenómeno y mucho menos respaldo, pues los respectivos gobiernos de América Central, América del Sur y el Caribe se habían pronunciado a favor de Venezuela a través de Unasur, la Celac y el ALBA.

Era un mensaje directo a EEUU, de allí que le siguió en la palabra el embajador de ese país Michael Fitzpatrick. ¿Cuáles son los cambios?, veamos.

Desde Washington han dominado a nuestros países a partir de 1824. En 1890 crearon un primer organismo panamericano y en 1948 la OEA. El control fue total, hasta que apareció la Revolución Cubana.

En enero de 1962 la OEA expulsó a Cuba, pues sus ideas libertarias no cuadraban con EEUU. De inmediato el 4 de febrero hubo la respuesta: II Declaración de La Habana leída por Fidel Castro ante millones de cubanos terminaba diciendo “… esta humanidad ha dicho basta y ha echado a andar…”.

Luego en la Cumbre de las Américas (2001), en Quebec, Canadá, el presidente Hugo Chávez, solo él entonces, objetó el ALCA. Pero en 2005, en Mar del Plata, Argentina, con Néstor Kirchner lideraron la derrota total de esa propuesta. Nació el regionalismo pos neoliberal.

EEUU, potencia mundial forma parte de esta zona del mundo, no está planteado su desconocimiento, pero debe respetar la autodeterminación y soberanía de nuestros países.

Un esquema probable: organismos regionales y subregionales (Unasur, ALBA, Celac, PetroCaribe, SICA, Caricom) resuelven sus asuntos de todo orden; mientras la actual OEA, por ahora, trataría los temas de interés común con EEUU y Canadá. Los países, obvio, mantienen sus vínculos con terceros.

Estaríamos ante nuevas relaciones hemisféricas donde EEUU será una parte, no el centro de la totalidad.

T/ Pável Rondón