Con una inversión de 4,62 millones de bolívares|Nuevo acueducto rural libera a 40 familias de Portuguesa de «sacar a pulso agua de un pozo»

«Sacar agua a pulso de un pozo» quedó atrás para los habitantes de Sabana Grande II del caserío Suruguapo, en el estado Portuguesa, luego de la activación este jueves de un acueducto rural construido por la propia comunidad, con recursos transferidos por el Gobierno Nacional que alcanzan los 4,62 millones de bolívares.

«Juntos resolvimos lo que antes era un problema y a partir de hoy disfrutamos de agua bendita en la casa», expresó la señora Yudith Castillo, quien durante 14 años padeció la carencia del servicio y tuvo que «halar el agua con bomba del pozo El Jagüey, para tener que beber y para las necesidades de la casa».

Esta comunidad se fundó en 2002 fruto del combate contra el latifundio, lo que garantizó la asignación de cartas agrarias a 40 familias campesinas que en parcelas de 15 hectáreas levantaron sus viviendas y destinaron gran parte del terreno a la producción de alimentos estratégicos como maíz, caraota, frijol y yuca.

Tras la lucha por la democratización de la tierra, la comunidad se dedicó a la siembra y a la consolidación de servicios. «Establecimos sembradíos, concretamos en tres etapas nuestra red de electrificación, convertimos un caminito en una carretera principal amplia y después nos decidimos a construir un acueducto que nos garantizara el servicio de agua», comentó Ramiro Arroyo, de la mesa técnica de agua del sector.

Refirió que el primer paso fue la organización comunitaria en procura de apoyo de la Hidrológica Socialista de Portuguesa (Hidrosportuguesa) para la elaboración del proyecto. Los técnicos de la empresa respaldaron la iniciativa y articularon con los de la Hidrológica de Venezuela (Hidroven) para «ayudarnos a hacer las cosas bien y ver este sueño hecho realidad».

Arroyo dijo que inicialmente se planificó la construcción de 5.300 metros de acueducto, pero la autoconstrucción les permitió el ahorro de 200.000 bolívares con los que «incluimos en el sistema a cuatro familias vecinas para que también dejaran de sacar agua del pozo y pudieran tener agua potable en la casa».

Destacó la importancia de esta obra para los más de 200 habitantes de Sabana Grande II porque «para vivir no hay nada más indispensable que el agua» y de allí que la comunidad ejecutó el proyecto con sus propias manos, «con supervisión de los técnicos, pero sin empresas privadas de por medio».

T/AVN
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