Una casa de activistas palestinos ubicada en Al Jaba, Cisjordania, fue incendiada este sábado por soldados israelíes quienes además atacaron a los protestantes con lacrimógenas y balas recubiertas de caucho.
De acuerdo con la reseña de Telesur, los palestinos forman parte de activistas de derechos humanos que ejercen resistencia contra la ocupación de territorios en Cisjordania, donde Israel pretende construir viviendas destinadas a emigrantes sionistas ultraortodoxos.
Con la confiscación de las tierras de Al Jaba, las autoridades israelíes aislarán a Cisjordania de la ciudad santa de Jerusalén, que los árabes llaman Al Quds.
La destrucción de este campamento de Canaan, construido en febrero pasado, se suma a la destrucción de aldeas similares como Bab el Shams, Al Karama, Al Asra y Al Manatir.
Pese al ataque, los activistas se comprometieron a reconstruir la casa, aún cuando las granadas asfixiantes y el fuerte calor puedan seguir con los incendios en la parcela de tierra en Al Jaba, donde se encontraba la casa de campaña.
La Autoridad Nacional Palestina demanda para las negociaciones de paz el cese de la confiscación de tierras palestinas, así como la excarcelación de los presos de esa nacionalidad en cárceles israelíes y la retirada a las fronteras anteriores a la guerra árabe-israelí de 1967.
Telesur reportó que además del incendio se produjeron disturbios en los que resultaron heridos decenas de manifestantes palestinos en choques con soldados de la ciudad israelí Tel Aviv.
Todos los viernes la población realiza marchas junto al llamado Muro de la Ignominia, una muralla de concreto que segmenta los territorios palestinos para facilitar las construcciones ilegales, en protesta contra la confiscación de tierras para construir complejos habitacionales asignados a emigrantes de tendencia ultrasionista.
El Muro de la Ignominia es una valla de concreto que separa a localidades palestinas y complica aún más la definición del territorio que debe ocupar el Estado palestino independiente.
El régimen de Tel Aviv pretende construir mil nuevas viviendas en los territorios palestinos ocupados ilegalmente al este de Jerusalén Oriental, a pesar de las amplias críticas y condenas internacionales por su políticas de asentamientos y colonización.