La deuda de los estudiantes universitarios en Estados Unidos marcó este viernes un promedio récord de 40 mil dólares, lo que significa una duplicación del monto durante los últimos 10 años.
Según un estudio del diario The Wall Street Journal, la agobiante situación financiera de millones de graduados obliga a miles de jóvenes norteamericanos a rediseñar sus sueños personales o planes de negocios.
El total nacional del adeudo estudiantil supera los 1,2 billones de dólares y casi un tercio de los empeñados está en situación de virtual quiebra, posposición de compromiso o aplazamiento contable.
La senadora demócrata Elizabeth Warren subrayó que es moralmente incorrecto que el gobierno federal esté sacando provecho de los mismos programas de subsidios creados por el Estado para ayudar a jóvenes de familias de menores recursos.
Las tasas de los préstamos a universitarios permanecen demasiado altas, y sabemos que para muchos de nuestros muchachos esta situación se convierte en una meta fuera de alcance, admitió hace dos semanas el presidente Barack Obama.
Uno de cada ocho universitarios estadounidenses con deudas financieras está en incapacidad de pago o sobrepasó en agosto el límite de tolerancia de los bancos crediticios.
Casi la mitad del millón de millones de dólares, que conforma el monto general del débito estudiantil, está fuera de programas de cancelación y repago, mientras que solo 10% de los graduados está inscrito en algún plan de desembolso.
Este escenario puede tener serias consecuencias económicas futuras, los jóvenes deben aprender a sopesar mejor sus opciones monetarias para contar con variantes y evitar nuevas crisis, comentó el analista Rohit Chopra.
Otro dilema es que 7% de los universitarios está en el borde de la llamada zona de tolerancia y, aunque continúan cumpliendo con sus pagos, los intereses acumulados siguen en aumento, dijo Chopra en el diario Baltimore Sun.
Desde julio unos siete millones de universitarios en Estados Unidos tuvieron que pagar un monto adicional de tres mil dólares anuales para cancelar préstamos financieros que cubren sus carreras superiores.