¡O nos unimos o nos hundimos!

Sentir Bolivariano

Por: Adán Chávez Frías

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I

Se cumplieron por estos días ocho años de la alocución del Comandante Hugo Chávez conocida como Golpe de Timón, que como se sabe tuvo lugar en el marco del primer y, lamentablemente, único Consejo de ministras y ministros que encabezara el líder histórico de la Revolución Bolivariana, luego del triunfo electoral del 07 de octubre del año 2012.

En esa alocución, nuestro Comandante Eterno caracterizó con particular rigor crítico y autocrítico, las tareas a desarrollar por las fuerzas revolucionarias en el nuevo ciclo histórico que se abría paso; a fin de profundizar el proyecto de liberación nacional iniciado en 1999, soportado en el deseo de cambio y la férrea voluntad democrática de la inmensa mayoría del pueblo venezolano, en el inquebrantable espíritu de lucha demostrado por éste a lo largo de estos 21 años de revolución, en unión cívico-militar, y en su elevado grado de conciencia Patria, que tal y como lo indicara el líder bolivariano era “(…) el resultado del conocimiento”, y “(…) el más poderoso instrumento unitario”.

Fue precisamente la unidad, una permanente prédica del Comandante Chávez dentro y fuera de nuestras fronteras, quien logró despertar la esperanza en otros pueblos de la región y el mundo, tras décadas de sufrimiento e imposición neoliberal; desencadenando con ello una revolución permanente, que como él mismo lo señalara: “(…) trasciende lo ideológico; es geográfica, geopolítica; es una revolución de los tiempos, una revolución moral; es una revolución necesaria. Es grande por el tiempo que carga por dentro, es grande por el espacio que abarca”.

II

En el continente, la vigencia de esa revolución permanente quedó demostrada con el contundente triunfo del hermano pueblo boliviano en el histórico proceso electoral del pasado domingo 18 de octubre, luego de transcurrido un año del golpe de Estado fascista en contra del compañero Evo Morales; y sigue quedando evidenciada con el heroico accionar de los Pueblos venezolano, cubano y nicaragüense, frente a la criminal arremetida imperial de la que somos objeto; así como en otros pueblos que se mantienen en las calles exigiendo los cambios postergados por años.

En todo caso, necesario es seguir fortaleciendo nuestra conciencia para la práctica revolucionaria, un propósito que cobra mayor relevancia en la actual coyuntura por la que atraviesa el país y la humanidad. Se trata de hacer crecer la conciencia antineoliberal donde no exista y de fortalecerla en donde está presente, entendiendo que existen distintos niveles de ésta.

Ello supone, en palabras del Comandante Chávez “(…) estudiar mucho, (…) leer mucho, (…) analizar mucho”, un planteamiento que, desde la perspectiva que hoy vivimos las venezolanas y los venezolanos, implica además tener presente de dónde venimos, que momento histórico nos correspondió vivir; seguir asimilando las enseñanzas y la praxis del líder bolivariano, para estar seguros de no errar el camino. Es en definitiva, renovar nuestro compromiso con la defensa del legado del Padre Libertador, que rescató el Comandante Chávez.

Sobre este mismo asunto reflexionó en marzo de 1923 uno de los más grandes revolucionarios del planeta, Vladímir Ilich Uliánov (Lenin), quien de cara a los preparativos relacionados con la realización del Congreso Nacional de su partido en esos años, a sólo seis de haberse iniciado la Revolución Rusa, señaló que: «Es preciso que nos propongamos a toda costa, por encima de lo que sea, primero estudiar, segundo estudiar, tercero estudiar, y después, comprobar que este conocimiento (…) se convierta realmente en parte de nuestro propio ser, que llegue a ser plena y verdaderamente un elemento integrante de la vida diaria».

III

Hoy, cuando las venezolanas y los venezolanos enfrentamos como Pueblo unido grandes desafíos, relacionados con la batalla que libra la humanidad contra la terrible pandemia del Covid-19, y con la feroz campaña antibolivariana de la que somos objeto por parte de la derecha nacional e internacional, orientada en última instancia a tratar de acabar con la Revolución Bolivariana, debemos continuar sumando conciencias a nuestra causa patriota, cerrando filas junto al compañero Presidente Nicolás Maduro. Nos asiste la razón y nos impulsa el profundo amor y compromiso que tenemos con la defensa del legado del Comandante Chávez y, más allá, del sagrado suelo patrio, frente a cualquier tipo de injerencia o intervención extranjera.

De manera que, si bien contamos en el país con elevados niveles de conciencia política, que se expresan en el fervor revolucionario con que defendemos nuestro proceso de liberación nacional, a pesar de la permanente arremetida del imperialismo norteamericano; preciso es seguir elevando dichos niveles, manteniéndonos unidas y unidos para hacer frente a los intenciones de quienes pretender lograr el cometido antes referido.

Idéntica tarea tenemos por delante en la América Latinocaribeña, donde vivimos tiempos cruciales y definitivos, frente a la pretensión yanqui de imponernos la anacrónica Doctrina Monroe. Como nos continúa diciendo Chávez: “o nos unimos o nos hundimos”; y es que, sólo unidos seremos libres. Solo uniéndonos, con mucha conciencia revolucionaria, seremos definitivamente libres y podremos legar a las generaciones futuras un mundo mejor, que no sólo es posible sino necesario.

Frente a la criminal, injerencista y desestabilizadora arremetida imperial contra los países de Nuestra América, nos corresponde seguir trabajando, sumando conciencias y voluntades, en el empeño por profundizar la lucha liberadora que libran los pueblos de la región.

La tarea no resulta nada fácil, por lo que urge, en términos del Padre Libertador Simón Bolívar, no dar descanso a nuestros brazos ni reposo a nuestras almas hasta romper definitivamente las cadenas que quiere seguir manteniendo sobre Nuestra América el imperialismo estadounidense.

¡Seguro estoy que lo lograremos!!

@adancoromoto
La Habana / Cuba