Llamó al Congreso a evitarlo|Obama: Cierre del gobierno tendría impacto económico en la gente real

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se pronunció sobre la situación referente al probable cierre del Gobierno después de que el Congreso no se pudiera de acuerdo para aprobar el presupuesto. Obama dijo que el cese de operaciones del gobierno no es inevitable y llamó al Congreso para evitarlo.

El Senado rechazó este lunes los cambios hechos por la Cámara al proyecto de reforma al sistema de salud, Obamacare.

En la noche, la Cámara aprobó de nuevo el proyecto sobre la financiación al Gobierno con condiciones para retrasar el mandato de Obama sobre la reforma a la salud. Luego, el Senado acaba eliminó las enmiendas aprobadas por la Cámara.

«Una paralización parcial tendría un impacto económico en las personas inmediatamente», aseveró el presidente.

Obama dijo que es importante que la gente tenga en cuenta que «el gobierno federal es el empleador más grande de este país». Con 2 millones de empleados civiles, un cierre de gobierno haría que 700.000 empleados se irían a su casa sin recibir salario.

«Las oficinas van a quedar cerradas, los pagos suspendidos, los museos y parques cerrados», explicó el mandatario.

«Una facción de un partido no puede paralizar el gobierno para que se haga su voluntad», haciendo una posible referencia al Tea Party el grupo conservador de republicanos que se ha opuesto a la reforma.

Según Obama, el cierre del gobierno estadounidense “va a generar problemas en la economía significativos, problemas en un momento en que estamos tratando de recuperar velocidad”.

Su esperanza, dijo, es que “la cámara de Representantes hará lo correcto”.

“La idea de poner en riesgo la recuperación es una irresponsabilidad y no tiene por qué pasar”, agregó.

El mandatario estadounidense dijo que una facción de un partido en una de las cámaras no puede paralizar el gobierno, en referencia a la facción más conservadora del Partido Republicano.

El cierre del gobierno obligará, explicó Obama, al cierre de parques nacionales, museos, y por consecuencia, a los comercios que viven de ellos. La NASA dejaría de trabajar casi por completo, los salarios y servicios a veteranos, jubilados, niños y mujeres se reducirían o atrasarían; y los negocios no recibirían permisos para funcionar.

El servicio de correo seguiría funcionando, mientras que los controladores aéreos, los guardias de prisiones, y la Patrulla Fronteriza seguirán trabajando, aunque sus cheques se retrasarían.

Pero los integrantes del Congreso siguieron este lunes culpándose unos a otros mientras se acerca la hora del cierre.

La representante republicana Renee Hellmers, de Carolina del Norte, dijo a CNN que su partido continúa muy preocupado por la ley de salud de Obama “y el daño que puede hacer” a la economía de Estados Unidos.

La representante demócrata Debbie Wasserman Shultz, de Florida, caracterizó la estrategia de los republicanos de querer aprobar el presupuesto con la condición de que no se den fondos a la ley de salud como “irracional”.

“Pone en riesgo la economía, no tiene sentido”, afirmó.

Antes de la votación, Obama dijo a reporteros este lunes que no está resignado a un cierre, pero afirmó que es una posibilidad a pesar de que indicó que podría sostener pláticas con líderes del Congreso.

“Supongo que hablaré con los líderes hoy, mañana y el próximo día”, dijo Obama durante una aparición ante los medios al lado del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien agradeció al presidente por reunirse con él “en lo que sé que es un día muy ocupado para usted”.

El secretario de Justicia Eric Holder y el secretario de Defensa Chuck Hagel afirmaron que los servicios militares y de prevención del crimen continuarán, pero algunos trabajadores serán enviados a casa. Holder dijo que recortará su salario por el mismo monto que la mayoría de los afectados en el Departamento de Justicia porque “todos estamos en esto juntos”.

Si el gobierno cierra, sería la primera vez que algo así ocurre desde 1995. Ese cierre, causado por una batalla presupuestal entre el presidente Bill Clinton y el Congreso republicano, duró un total de 21 días.

Una nueva encuesta realizada por CNN/ORC mostró que los estadounidenses no están contentos con la idea de que el gobierno federal cierre.

De acuerdo con la encuesta, el 68% de los estadounidenses creen que cerrar el gobierno inclusive por unos días es una mala idea, mientras que el 27% creen que es una buena idea.

Al parecer los estadounidenses culparán a los republicanos por el cierre: 69% afirmaron que los de dicho partido actúan como “niños mimados”. Los demócratas no se quedan muy atrás: 58% de los que respondieron dijeron que los de dicho partido estaban también actuando de esa forma.

El sondeo señala que el 54% de los encuestados tienen una visión desfavorable del grupo Tea Party, lo mayor registrado por una encuesta de CNN.

Además, sólo 10% de los estadounidenses en la encuesta aprueban el trabajo que está haciendo el Congreso.

T y F / CNN

En verdad lo que sería interesante señores Gobernantes de Estados Unidos de Norte América es que cierren su nación en general, y no solo su gobierno. Si ustedes cerrerian todo y se irian de viaje por alli, no tienen idea las desgracias, asecinatos, genocidios, guerras, enfermedades, epidemias y lacras, de las que nos ahorrariamos el resto del mundo. Un saludo desde Mexico.

Román Valente. Periodista.