El presidente Barack Obama dijo este viernes que el Congreso todavía tiene la posibilidad de evitar el llamado secuestro de fondos, una serie de recortes presupuestarios que entrarán en vigor el 1 de marzo próximo.
Si el Ejecutivo y el Capitolio no llegan a un acuerdo, las asignaciones para gastos de las agencias federales se reducirán en 85 mil millones de dólares durante el año fiscal 2013, que termina el 30 de septiembre próximo.
El mandatario señaló que la crisis fiscal en ciernes puede evitarse, y alcanzar un acuerdo inteligente que no ponga en peligro la economía nacional y los empleos de los estadounidenses.
Estos recortes automáticos y arbitrarios tendrán un impacto adverso en las familias, maestros, padres, en los servicios de salud y la disposición combativa de las fuerzas armadas, señaló el gobernante apenas una semana antes del probable inicio de la crisis.
De acuerdo con datos oficiales, el presupuesto del Pentágono para 2013 sufrirá una reducción de unos 46 mil millones de dólares, lo que significará una afectación significativa a programas militares claves para Washington.
Una encuesta de la agencia Bloomberg News publicada este viernes mostró que 54 por ciento de los estadounidenses favorecen la postergación de estas medidas y 59 por ciento apoyan la propuesta del Gobierno de combinar las reducciones de gastos con alzas impositivas a los sectores más adinerados.
Según la pesquisa, solo 35 por ciento de los encuestados apoyan la propuesta republicana de no aprobar nuevos impuestos y proceder con los recortes presupuestarios.