El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este jueves que la ley de salud que firmó en 2010 llegó para quedarse y criticó los esfuerzos de los republicanos por eliminarla.
Durante un acto en el estado de Maryland, en las proximidades de esta capital, el mandatario señaló que la oposición insiste en recortar los fondos para demorar la implementación del llamado Obamacare.
El jefe de la Casa Blanca dijo que el liderazgo republicano trata de derrotar a toda costa esa legislación porque si esta se pone en práctica de forma exitosa, sería un factor en contra de la credibilidad del denominado partido rojo.
Prometió que bloquearía cualquier esfuerzo opositor para eliminarla en la propuesta que ahora se discute para financiar la continuidad de las agencias gubernamentales después del 30 de septiembre, fecha que marca el fin del año fiscal.
«Incluso si fuera cierto que el Obamacare puede dañar a la economía, mucho más negativas serían las consecuencias del cierre parcial de instituciones gubernamentales por falta de fondos a partir del 1 de octubre próximo», añadió el gobernante.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien intenta derogar la ley, restó importancia al discurso de Obama, lo calificó de charla feliz y dijo que los estadounidenses escépticos han dejado de prestar atención al mandatario.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la semana pasada, con una votación de 230 a 180, una medida que autorizó el financiamiento imprescindible para que el gobierno federal pueda seguir funcionando hasta el 15 de diciembre, pero eliminó los fondos del Obamacare.
El proyecto, que tiene pocas posibilidades de ser aceptado en el Senado, incluye una provisión para aumentar el límite de la deuda pública que según el Departamento del Tesoro llegará al tope el 15 de octubre.