El Premio Nobel de la paz 2009 y presidente estadounidense Barack Obama señaló que la generación de empleos es una de las prioridades de su gobierno, durante su primer discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso, en el que trató de revivir la esperanza en el cambio, consigna de su campaña electoral, en un país agobiado por la economía.
También Obama, instó al Senado a avanzar en los esfuerzos del cambio climático ya que Estados Unidos debe ser la nación que «lidere la economía de energía limpia».
Ante las y los legisladores reunidos en la Cámara de Representantes, y seguido por millones de personas por televisión, tanto en EEUU como en el extranjero, Obama sentenció: «lo peor de la tormenta ya pasó, pero la devastación queda».
Esperanza inútil
En vano, Obama intentó llevar esperanza al pueblo estadounidense agobiado por un desempleo que supera el 10% y niveles elevados de pérdida del salario real.
El mandatario intentó mostrar su determinación por traer mayor bienestar económico, durante su discurso de más de una hora que fue interrumpido en muchas oportunidades por aplausos de los demócratas y algunas protestas de los republicanos.
«En estos momentos, sé que hay muchos estadounidenses que no están seguros de que pueden creer en un cambio, o al menos de que yo puedo lograrlo», dijo el mandatario, que observa una caída de su popularidad en las encuestas por debajo del 50%.
Propuso «tomar 30.000 millones de dólares del dinero que ha sido devuelto por los bancos de Wall Street y usarlo en bancos comunitarios para otorgar los créditos que necesitan las pequeñas empresas para subsistir».
En el ámbito comercial, afirmó que su país «incrementará sus relaciones» con Asia y con «socios clave» como Corea del Sur, Panamá y Colombia.
Como estaba previsto, el mandatario propondrá congelar por tres años una parte del gasto doméstico, con el fin de economizar 250.000 millones de dólares y reducir el déficit, que durante el año fiscal de 2009 escaló a 1,4 billones de dólares, casi 10% del PIB.
Obama hizo una defensa encendida de su propuesta de reforma del sistema de salud, que se encuentra actualmente en un limbo legislativo luego de que los demócratas perdieran la mayoría en el Senado, pero fue más bien tímido en cuanto a la reforma migratoria. Durante su campaña ofreció la legalización con condiciones de unos 12 millones indocumentados que viven en EEUU, la mayor parte de ellos hispanos.
En el ámbito internacional, Obama dijo que su país seguirá cooperando con Haití, mientras que lanzó advertencias a Irán y Corea del Norte de «consecuencias» si insisten con sus programas atómicos.
En cuanto a las dos guerras que libra EEUU Obama dijo que una «llegó a su fin», la de Irak, de donde los soldados estadounidenses «están regresando», y de la otra, en Afganistán, dijo «confiar con tener éxito».