El presidente Barack Obama fue criticado recientemente por jugar golf inmediatamente luego de dar un discurso sobre la brutal decapitación del periodista estadounidense James Foley ejecutada por el Estado Islámico. Una mirada cercana a su presidencia muestra que la conducta de Obama era parte de un patrón.
En tiempos de crisis durante su presidencia, Obama frecuentemente ha dejado la Casa Blanca para ir a jugar golf, vacacionar o captar fondos.
A principios de este mes, el Comandante en Jefe también estuvo jugando golf en la casa de verano Martha Vineyard durante el funeral del Mayor General Harold Green, el oficial estadounidense de más alto rango asesinado en batalla desde la Guerra de Vietnam, quien fue enterrado en el Cementerio nacional Arlington.
De hecho, pocas emergencias nacionales o internacionales han desviado al presidente Obama de sus pre-planeadas actividades.
Periodistas y escritores de varios medios de comunicación estadounidenses han criticado el asunto. Otros lo defienden.
En abril 2010, el presidente de Polonia y otros altos funcionarios polacos murieron en un accidente aéreo que se dirigía a Rusia. Obama había planeado originalmente asistir al funeral, pero ceniza en la atmósfera de un volcán en erupción en Islandia le impidió volar.
En lugar de ello, Obama se fue a jugar golf esa tarde.