El Sistema Teleférico de Mérida (STM), bautizado Mukumbarí, presenta 90% de avance integral en la obra y próximamente se iniciarán las pruebas electromecánicas para el segundo y el tercer tramo, que incluyen las estaciones 2, 3 y 4.
José Gregorio Martínez, presidente de Venezolana de Teleféricos (Ventel) y gerente del STM, explicó ayer, en la capital andina, que la obra turística más importante que se construye en el país presentó dos fases: a finales del año 2010 comenzaron los trabajos con los componentes electromecánicos, que incluyeron diseño, estudios técnicos y fabricación en sí de cables, cabinas, torres y pórticos, y desde el 2011 iniciaron las obras civiles, que involucraron la demolición de las viejas estaciones y la construcción de las nuevas.
El sistema electromecánico, dijo, ya está culminado para el primer, segundo y tercer tramo, que abarcan las estaciones 1, 2, 3 y 4. Recordó que en octubre del año pasado, durante la Feria Internacional del Turismo de Venezuela, arrancaron las pruebas electromecánicas del primer tramo y, una vez se generaron las correcciones y ajustes tecnológicos en materia de velocidad, frenado y sistemas de seguridad en el transporte por cable, se certificó.
Martínez estimó que para agosto próximo se harán las pruebas del último tramo entre las estaciones 4 y 5. “Tendrán una duración estimada de entre 30 y 45 días”, tiempo en el cual se calcula que se hagan los ajustes para lograr el aval internacional. Según el titular de Ventel, sólo resta culminar el desarrollo de obras civiles, asociadas a la instalación de las estructuras nuevas de las estaciones 4 y 5, así como terminar el acabado, la instalación de servicios básicos y de recreación de las y los turistas.
Martínez estimó que durante el primer año más de 530 mil temporadistas visitarán la obra.
ABRIRÁ EN DICIEMBRE DE ESTE AÑO
Mukumbarí, nombre indígena dado al Pico Bolívar, significa “lugar donde duerme el sol”.
Será un sistema totalmente nuevo con cuatro teleféricos en serie que irán desde los 1.500 metros de altura, en Mérida, hasta los 4.800 metros, en la estación número 5, desde donde se ve de cerca la cumbre más alta del país. Por tener una distancia de 12,3 kilómetros de recorrido y ubicarse en pleno corazón del Parque Nacional (PN) Sierra Nevada, seguirá siendo el teleférico más alto, largo y ahora más moderno del mundo, concluyó Martínez.
A pesar de las condiciones climáticas adversas con las cuales se trabaja, con temperatura a 5 grados bajo cero, vientos mayores a 45 kilómetros y una humedad relativa anual superior a 60%, se han mantenido los estándares de seguridad para salvaguardar la vida y salud de más de mil trabajadoras y trabajadores, quienes se encuentran “desplegados en las cinco estaciones con un uso activo de tres campamentos”.
De acuerdo con el cronograma, Martínez estimó que se pondrá en funcionamientos para turistas nacionales e internacionales durante la segunda semana de diciembre de este año, es decir, para la última temporada del año 2014.
LLEGÓ MATERIAL PARA ÚLTIMAS ESTACIONES
El pasado martes llegaron a la ciudad de Mérida seis gandolas cargadas con 92,1 toneladas de estructuras metálicas provenientes de Austria, Europa, fabricadas por la empresa Doppelmayr, encargada de realizar la parte electromecánica del nuevo STM Mukumbarí. Según el titular de Ventel, se tratan de los marcos de los edificios de las estaciones 4 y 5 de alta montaña que se ubican por encima de los 3.500 metros de altura.
Para estas estaciones, anunció Martínez, se utilizarán estructuras metálicas prefabricadas, de acero, resistentes a la humedad, bajas temperaturas y altos viento, lo cual garantizará un menor peso o afectación ambiental en la montaña. “También permitirá contar con una visual panorámica de 360 grados, lo que hace que las y los turistas que visiten esta hermosa obra mantengan un contacto permanente con el paisaje y la naturaleza del Sierra Nevada”.
Hasta la fecha, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para el Turismo, ha invertido más de 500 millones de dólares, de los cuales 75% corresponde a moneda nacional para las obras civiles y 25% a los componentes internacionales.