El 8 de diciembre, hace ocho años, el presidente Hugo Chávez Frías se dirigió a los venezolanos en cadena nacional para pedirles, en un dramático y conmovedor mensaje, que eligieran a Nicolás Maduro como presidente de la República en caso de un motivo sobrevenido.
Expresó que esa era su determinación “plena como la luna llena”. Desde entonces, enfrentando todo tipo de tempestades, conspiraciones, ataques despiadados en múltiples frentes, tanto de los enemigos externos como internos, el presidente Maduro ha demostrado que Chávez no se equivocó al designarlo como su sucesor.
Hoy, la Revolución Bolivariana permanece erguida, victoriosa y con un pueblo que no se ha rendido a pesar de todas las dificultades, con un líder al frente, dando la cara y con la humildad necesaria para reconocer que es un simple chofer de autobús a quien el Comandante le confió el destino de la patria.
