Este viernes en el Centro Nacional de Acción Social por la Música| Ofrecerán concierto dedicado al compositor venezolano Evencio Castellanos

Un concierto dedicado a la obra del compositor venezolano Evencio Castellanos ofrecerá este viernes la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, a las 5:00 de la tarde, en el Centro Nacional de Acción Social por la Música, ubicado en el sector Quebrada Honda, en Caracas.

En esta oportunidad, el organista y director Pablo Castellanos, hijo de Evencio Castellanos, asumirá la conducción de este concierto.

Alba Acone, pianista uruguaya residenciada en Venezuela y actual pianista de la Orquesta Filarmónica Nacional, tocará el Concierto en La Mayor para piano y orquesta (1944), «obra con la que el Castellanos se graduó como solista y la primera en la que empieza a delinearse una de las dos vertientes que caracterizaron su obra: la estética nacionalista», refiere la Fundación Musical Simón Bolívar (Fundamusical).

El programa incluirá también El río de las siete estrellas en Do Mayor, subtitulada Canto al Orinoco (1946), obra basada en el poema homónimo de Andrés Eloy Blanco, así como La Suite Avileña (1947), «una pieza en la que el maestro Castellanos cita los cantos de las antiguas vendedoras de flores en las mañanas caraqueñas y en la que también el público se encuentra con canciones populares infantiles y ritmos del folclore de distintas regiones del país», destaca la fundación.

El concierto culminará con una obra emblemática: Santa Cruz de Pacairigua (1954), en homenaje a la tradición de la Fiesta de Cruz de Mayo de Guatire y con la que el maestro obtuvo el Premio Nacional de Música en 1955.

Evencio Castellanos nació en Cúa, estado Miranda, el 3 de mayo de 1915 y falleció en Caracas, el 16 de marzo de 1984. Fue un destacado pianista, compositor y director de coros y orquesta. La docencia fue parte esencial de su vida, y así se desempeñó en la Escuela Superior de Música desde 1938 hasta 1972.

Obtuvo numerosos reconocimientos, como el premio especial Ateneo de Caracas, correspondiente al concurso Teresa Carreño (1952), por su homenaje a Teresa Carreño; el Premio Nacional de Música (1954), por su poema sinfónico Santa Cruz de Pacairigua, y el Premio Nacional de Música (1962), por su oratorio profano El Tirano Aguirre.

En los valses venezolanos de salón se hacen evidentes sus dotes pianísticos y su talento, que lo hicieron merecedor del reconocimiento nacional e internacional, destacan varias de sus biografías.

Texto/AVN