Al menos 800 mil niños dejaron sus hogares como resultado de la violencia en el norte de Nigeria, donde combaten el ejército y auto-defensas contra la milicia extremista Boko Haram, según un reporte de la ONU divulgado este lunes.
En su más reciente informe sobre el país africano, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lamentó el desplazamiento forzado de los niños, un fenómeno que se multiplicó en el último año.
Muchos de los menores obligados a abandonar sus casas ante la escalda de la violencia cruzaron las fronteras con Chad, Níger y Camerún, advirtió la agencia.
Desde 2009, Boko Haram libra una ofensiva para imponer en el norte nigeriano su interpretación de la Ley Islámica, mediante asesinatos, secuestros y destrucción de poblados enteros.
El nuevo reporte de Unicef se enmarca en el primer aniversario del secuestro de más de 270 alumnas de una escuela femenina en Chibok, en el nororiental estado de Borno.
De acuerdo con el Fondo, el rapto es una de las grandes tragedias provocadas por Boko Haram en Nigeria y la región.
En ese sentido, exigió a los fundamentalistas el cese del reclutamiento de niños soldados, los ataques contra menores, su uso como armas o las atrocidades que disparan los desplazamientos.
«Los pequeños tienen derecho a que se les devuelva la época de la infancia», sentenció.
Mañana se cumple un año del secuestro de Chibok, por lo que diversas voces desde ONU y el mundo demandan la liberación inmediata e incondicional de las colegialas y el cese de la violencia de Boko Haram, en particular la dirigida contra los menores de edad.