El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó este miércoles la imposición de una cuarta ronda de sanciones contra Irán por el desarrollo de su programa nuclear, pese al rechazo de Turquía y Brasil
De los quince países que forman el Consejo, presidido por el representante de México, Claude Heller, Brasil y Turquía, que habían impulsado un acuerdo tripartito para el enriquecimiento de uranio en un porcentaje moderado y en otra nación, rechazaron la sentencia.
Tanto Brasil como Turquía se opusieron a las sanciones y consideraron que se debe dar más tiempo a la diplomacia, después del acuerdo que alcanzaron en el pasado mes de mayo con Irán, en el que Teherán aceptó enviar mil 200 kilogramos de su uranio a Ankara a cambio de 120 kilos de uranio enriquecido.
En ese acuerdo, Teherán se comprometió a entregar a los turcos uranio enriquecido al 3,5 por ciento, para recuperar un año después material purificado en un 20 por ciento para un reactor de uso médico.
La representante de Brasil, María Luiza Ribeiro Viotti, aseguró que su país se opone a esta resolución porque echa por la borda todos los esfuerzos suscritos con Teherán y Turquía, además «lo hacemos porque no vemos ésto como un mecanismo eficiente, pues será utilizado por aquello que no quieren buscar el díalogo».
«La adopción de sanciones es contrario a los esfuerzos de Brasil y Turquía en sus esfuerzos» para mejorar la situación detención por los que «esta es una oportunidad única que no se puede dejar a un lado el acuerdo ya que «la mejor manera de lograr esta meta colectiva es mediante un dialogo efectivo», sentenció.
Brasil lamenta que «con esta declaración conjunta no se le haya dado el tiempo necesario para que aporte sus frutos», además «la adopción de sanciones envía una señal equivocada a lo que puede ser un diálogo constructivo», sostuvo la representante brasileña.
«Brasil da mucha importancia al desarme nuclear y a la no proliferación (…) seguimos creyendo que la aplicación del proyecto alcanzado con Teherán puede ser una solución apropiada», finalizó.
Por su parte, el representante de Turquía ante la ONU, Ercument Yavuzalp, señaló que su nación es parte de los grandes acuerdos de no proliferación.
«No queremos que ningún país posea armas nucleares (Â…) Turquía quiere que se abra la confianza del programa nuclear iraní con intenciones pacíficas», tras indicar que bajo ese sentido fue que la nación turca y Brasil firmaron un acuerdo tripartita «para buscar una fórmula a fin de que Irán trabaje sus reactores nucleares de forma pacífica».
Consideró que la declaración de sanciones contra Irán «no es una medida de crear confianza (Â…) No es un camino que pueda arreglar el problema global».
Yavuzalp manifestó su preocupación por la quinta sanción que se le impone a la República islámica por su enriquecimiento de uranio con fines pacíficos, al considerar que afectará el impulso creado por el acuerdo tripartita.
«La respuesta del grupo de Viena son respuestas negativas y ocurre en el momento en que se dan estas sanciones», agregó el diplomático.
Enfatizó que «votamos en contra de la resolución de hoy (…) la naturaleza del programas iraní debe aclararse por eso invitamos a Irán a que muestre su cooperación con la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica)».
El Líbano se abstuvo de dar su voto.