Naciones Unidas celebró este viernes la intención del gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) de establecer un alto el fuego bilateral y definitivo para el 1 de enero o finales de este año.
Sería un paso decisivo para poner fin al conflicto interno, señaló aquí a periodistas el portavoz del Secretario General de la ONU, Stephane Dujarric.
De acuerdo con el vocero la organización agradece la reiterada confianza del presidente Juan Manuel Santos en Naciones Unidas para verificar el cese de hostilidades y toma nota de su intención de buscar un mandato del Consejo de Seguridad que garantice el cumplimiento del mismo.
La víspera, Santos adelantó que pedirá apoyo al Consejo para comprobar el alto el fuego, una vez esté vigente.
Según Dujarric, la ONU y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) trabajan con el Gobierno y la guerrilla, a partir de su invitación, en un mecanismo de vigilancia y verificación.
El secretario general Ban Ki-moon espera que las partes aprovechen la venidera ronda de diálogos en La Habana para avanzar en el punto del cese de hostilidades y en otros claves para detener el conflicto, comentó el portavoz.
Desde 2012, la capital cubana acoge a delegaciones del Gobierno y las FARC-EP que conversan sobre una agenda de varios puntos, con el propósito de poner fin a décadas de enfrentamientos.
La isla caribeña y Noruega actúan como garantes del diálogo, mientras Venezuela y Chile acompañan un acercamiento respaldado ampliamente por la comunidad internacional.