Agencias humanitarias de la ONU y sus socios pidieron hoy mil 600 millones de dólares para atender a casi 12 millones de personas afectadas por la escalada del conflicto en Yemen.
«Yemen enfrenta una catástrofe humanitaria, en todo el país resulta cada vez más difícil alimentar a las familias, colapsan los servicios básicos y faltan el agua potable, la sanidad y la asistencia médica», advirtió el secretario general adjunto de Naciones Unidas Stephen Ö’Brien en Ginebra, donde fue lanzada la solicitud.
De acuerdo con el coordinador humanitario de la organización, la inmensa mayoría de esos recursos no está disponible.
Si bien el plan de ayuda previsto permite aliviar el sufrimiento de la población, no basta para poner fin a su pesadilla, para eso urge una solución política a la crisis, dijo.
La nación de la Península Arábiga es escenario de combates entre los rebeldes de la tribu huti y tropas leales al gobierno -en el exilio tras el avance de los insurgentes-, así como de bombardeos liderados por Arabia Saudita, acciones bélicas que escalaron en marzo pasado.
Ö’Brien lamentó que la violencia imperante ha dejado ya miles de muertos y heridos por los choques armados y los ataques aéreos foráneos, con los que el reino wahabita trata de frenar a los chiitas huti, además de más de un millón de desplazados.
Según la ONU, el incremento del conflicto en los últimos tres meses disparó la crisis humanitaria hasta niveles sin precedentes, al estimar que el 80 por ciento de la población, unas 21 millones de personas, necesita asistencia para sobrevivir.
«Las partes enfrentadas ignoran las leyes humanitarias, lo que explica el alto costo humano del conflicto», subrayó el secretario general adjunto.
El reclamo de recursos financieros para atender a los civiles en Yemen se enmarca en las consultas instaladas esta semana en Ginebra, con el objetivo de tratar de detener las hostilidades.
Promovidas por Naciones Unidas, las pláticas permiten a los huti y al gobierno sentarse en la mesa de negociaciones, bajo prioridades como el establecimiento de una nueva tregua que garantice la distribución de ayuda a las víctimas.
El mes pasado, las partes pactaron cinco días de pausa en los combates, celebrados por la ONU, pero también considerados insuficientes dada la magnitud de las penurias de la población en el país de la Península Arábiga, uno de los más empobrecidos del planeta, desde mucho antes de estallar el actual conflicto.