Conflicto podría convertirse en una guerra étnica |ONU teme que violencia en Sudán del Sur puede escalar a genocidio

La violencia en Sudán del Sur puede devenir en genocidio, según el asesor especial de la ONU sobre el tema, Adama Dieng, citado por el periódico Sudan Tribune.

El país africano afronta la necesidad urgente de que se investiguen las graves violaciones de los derechos humanos, sobre todo en regiones como Abyei, próxima a la frontera con Uganda y la República Democrática del Congo (RDC), declaró aquí el representante del secretario general del organismo mundial.

«Escuché (en Abyei) informes sobre violencia que incluyen asesinatos selectivos, asaltos, mutilaciones, violaciones y el uso bárbaro de machetes para matar a las familias, además de que aparecen cadáveres en el río», agregó sobre su recorrido por esa zona.

‘Estoy consternado, lo que he visto y oído aquí confirma mi preocupación de que la violencia se agrave en líneas étnicas con potencial de genocidio’, subrayó Adama en una conferencia de prensa durante su segunda visita al país desde mayo de 2014.

En lugar de identidad nacional, hay una polarización extrema entre algunos grupos tribales, divisiones que aumentaron desde el estallido de la violencia en julio de este año, comentó en alusión al recrudecimiento de los choques entre los rebeldes y el Ejército.

Según el Asesor Especial de la ONU para la Prevención del Genocidio, las conversaciones esta semana con todos los actores del contencioso «atifican que lo comenzado como un conflicto político se transformó en lo que podría convertirse en una guerra étnica absoluta».

Medios locales destacan que Adama contactó durante su visita de cinco días con la Misión de Asistencia de la ONU en el país (Unmiss), funcionarios del gobierno, líderes religiosos, grupos de la sociedad civil y miembros de las distintas comunidades.

El enviado de la organización mundial, quien, además de viajar a los límites entre Uganda y la RDC visitó un emplazamiento de la ONU en Juba, lamentó el incumplimiento por el gobierno de sus compromisos para cesar la violencia asumidos durante su primera visita.

Por el contrario, «el conflicto se hace cada vez más complejo y cualquier esperanza de reconciliación es difícil de alcanzar», apuntó el asesor especial, cuya visita siguió a la publicación de un informe de un panel de investigación de la ONU sobre la violencia en Juba a mediados de este año y la respuesta de la Unmiss.

Sudán del Sur, el estado más joven del planeta tras separarse en 2011 del resto de Sudan, afronta una guerra interna desde al alzamiento en diciembre de 2013 del vicepresidente y líder rebelde Riek Machar, al que se unieron miembros de distintas etnias, religiones y credos políticos.

El contencioso, continuó incluso después de la firma de un acuerdo de paz en agosto de 2015 que distribuía cargos en un nuevo gobierno para todas las agrupaciones y tendencias políticas opositoras y acumula ya unos 50 mil muertos y más de 2 millones de desplazados.

T/PL