Una vez más, Vietnam estuvo al lado de su querida Cuba. Fue uno de los 188 votos que condenaron en las Naciones Unidas el vil bloqueo económico yanqui contra el valiente pueblo cubano: al considerar el diálogo y las negociaciones como la llave para logra la paz duradera, Vietnam llamó de nuevo a Estados Unidos a levantar su embargo unilateral contra Cuba, declaró en Nueva York la embajadora y jefa de la misión vietnamita ante la ONU, Nguyen Phuong Nga.
No podía ser de otra manera tras una profunda amistad nacida en las entrañas de la selva indochina, donde Cuba (1967) instaló en una carpa, bajo inmensos árboles, su embajada, la primera representación diplomática ante el Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur.
Phuong Nga reiteró que las políticas y medidas de bloqueo de Estado Unidos contra la isla antillana violan los principios de la Carta Magna de ONU y las leyes internacionales como la igualdad, la soberanía de los Estados, la no intervención y no injerencia en asuntos internos, el derecho de autodecisión y la convivencia pacífica.
Ratificó el respaldo de Vietnam a la solución pacífica de las disputas y las controversias entre las naciones sobre la base de las leyes internacionales. Tras destacar las contribuciones internacionales de esa isla caribeña, la diplomática reafirmó el respaldo y la solidaridad del Gobierno y el pueblo vietnamitas con Cuba.
Aquel embajador en la selva, el periodista Raúl Valdés Vivó (1929-2013), dejó constancia en numerosos escritos de la presencia solidaria cubana en Indochina. El libro Embajada en la selva y antes: paralelo 17 (1969)… es un valioso testimonio escrito con agil y apasionado estilo periodístico, escribió José Antonio Portuondo, sobre la obra de Valdés Vivó.