Esta semana se conmemora uno de los hechos más resaltantes de nuestra historia contemporánea. Un golpe, una monarquía breve y un contragolpe ejercido directamente por el Poder Popular. El mismo que va a defender la Patria el 14-A, votando y plasmando su voluntad para la continuidad y profundización del proceso bolivariano, rumbo al socialismo, bajo la figura de Nicolás Maduro.
Nos contaba CEM que –luego de que el presidente Hugo Chávez dictó 49 Decretos-Ley derivados de la Ley Habilitante, para desarrollar los postulados de justicia e igualdad social previstos en la Constitución– fuerzas opositoras comenzaron a agruparse en un nuevo consenso de privilegiados y élites (la Coordinadora Democrática), cuyo primer paso fue llamar a un paro el 10-D, el fallido contrabando de armas, y la estructuración de un plan que coincidía con el nombramiento del nuevo embajador de Estado Unidos en la República Bolivariana de Venezuela.
El 11-A estas fuerzas opositoras convocaron a marcha y concentración a personas que en su derecho a disentir dentro de una democracia, y con mucha ingenuidad, fueron utilizadas por falsos dirigentes, que arengaron a ir a Miraflores, a pesar de que el permiso lo tenían para concentrarse en Chuao.
Cerca de Miraflores estaba otra concentración de personas del proceso y la Revolución. En el plan de la ultraderecha, francotiradores asesinaron a mansalva. La ballena de la PM disparó sobre quienes estaban en Puente Llaguno. Militares fachosos ya «contabilizaban cadáveres». Secuestraron al presidente Chávez.
Tomó posesión y se autoproclamó Pedro Carmona “El Breve”, en un espectáculo durante el que disolvió… hasta el Bolívar de la pared, los poderes públicos, el nombre de la República, y la CRBV años antes legitimada por el pueblo.
Pero una mezcla de Poder Popular, comunidad internacional y militares conscientes comenzaron a exigir el respeto al orden institucional y constitucional, así como la restitución del Presidente legítimo. El pueblo, sin más arma que la Constitución y la voluntad de defender el proceso bolivariano, gritó ¡Patria o Patria!
Hoy el 11-A continúa. Sectores de la derecha persisten en desconocer la voluntad del pueblo y planifican nuevos zarpazos contra la democracia, pero también se mantiene el espíritu del 13-A, como expresión de un pueblo organizado que defenderá su Patria y su Revolución, este 14-A bajo la misma convicción pero con mayor contundencia.
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