Utilizo esta semana para titular una estrofa de una guasa que el populárico criollo con su afilado ingenio cantaba para vacilarse la estrafalaria imagen del Káiser Guillermo II, principal animador de la llamada “Gran Guerra” de 1918.
Las fotos del Káiser sorprenden, por ejemplo, por su vestimenta estrafalaria. Una de sus preferidas en traje militar, aparece luciendo un casco de guerra cuyo adorno es un águila imperial, todo un proeza metalúrgica, 25 centímetros de alto colocada en la parte mas alta de la cimera.
Ficciono, que este Káiser, es sin duda precursor de Donald Trump. Cuando era un ser malcontento, impulsivo, arbitrario, subjetivo e intemperante con carácter, dominado por sus caprichosas uñadas. Y muy poco preparado para conducir racionalmente ningún organización política.
Recordar esta suma de rasgos descontrolados, tipo Káiser-Trump, me lleva inmediatamente a pensar en ese partido de la desunión, que llaman la MUD.
Del cual cada día uno recibe, en regalo, un nuevo ladrillo destinado a fabricar un muro que oculte y entierre y aleje del único logro político notable que han tenido en estos últimos 18 años: sus resultados del 6-D.
Por cierto, ya se acerca la celebración de su primer cumpleaños este 6-D. Seguro que no le van a cantar “cumpleaños feliz”. Si, deberán corearle el texto de su torta,que copia del famoso tuit: “Maldita MUD.
Es terrible el espasmódico ritmo que demuestran sus acciones diarias. Un día es el RR. El otro se les ocurre atentar contra la Constitución pidiendo “adelanto de elecciones” o “juicio político o impeachment carioca contra el presidente Nicolás Maduro. Hoy no se sabe.
Otra muestra de esquizofrenia es la conducta adoptada en la relación con el diálogo. Cuando la prudencia y mínima inteligencia aconsejaban asistir, ellos lo niegan.
Solo explicable por el fuerte olor a ignorancia y escasa estructura intelectual de sus líderes que juegan a ser los Trump de Chacao.
Su ambigua posición en el diálogo selló su división. Entre quienes exhibieron una mínima destreza política y los otros que se mostraron tal cual son e hicieron lo opuesto. Buscando el camino de la calle que lleve a su sueño: Miraflores.
Se reconoce que esa calle está dividida, entre quienes aun chavistas, pero disgustados, con razón, por la escasez y la inflación, siguen siendo factores con fuerza para afianzar una paz firme, y ellos, que como el Káiser-Trump si quieren guerra y no quieren paz.