El triunfo del Hermano Evo en Bolivia es la mejor noticia de los últimos tiempos. Reelecto para su tercer mandato con el 61,04% de los votos, ganó ocho de los nueve departamentos, incluyendo Santa Cruz y Pando, perteneciente a la denominada “media luna” secesionista. Le faltó un diputado para los dos tercios de la Asamblea.
Triunfó el bloque histórico popular antiimperialista, con un Presidente-indígena- -campesino-sindicalista, que ha tenido la capacidad de liderar en un gran frente nacional a todos los sectores cuyos intereses se contraponen a que Bolivia siga siendo una semicolonia.
Los principales movimientos sociales que sustentan el gobierno de Evo, son los que representan a la clase trabajadora boliviana.
En Bolivia los movimientos campesinos se organizan como trabajadores sindicalizados: las bartolinas, los trabajadores del trópico. Los mineros, los trabajadores del petróleo y el gas. La histórica COB, la central de trabajadores, que ha tenido contradicciones con Evo, no deja de ser un poderoso sujeto de las transformaciones en el país.
Pero, además, Evo tiene especial cuidado en mencionar en su discurso el importante aporte de las capas medias, profesionales, intelectuales, empresarios, que se dedican a la actividad productiva nacional.
Y en esta última elección, llamó la atención la identificación de los estudiantes y la juventud al proyecto político de la Revolución democrática y cultural.
En cuanto a su programa de gobierno, es una versión boliviana del plan de la patria. Soberanía sobre los recursos naturales, igualitarismo en lo social, desarrollo de las potencialidades industriales y tecnológicas de Bolivia, unidad latinoamericana y respeto a la Madre Tierra son los aspectos más determinantes.
Su sólido triunfo además fue visto por el líder indígena como la ocasión propicia para depurar la Administración Pública; esta semana anunció una campaña contra la corrupción. Cuenta con la autoridad de haber tomados medidas ejemplarizantes en anteriores ocasiones con altos cuadros de su propio partido.
Los jóvenes se han sumado con entusiasmo, porque ven otra forma de hacer política, distinta a la politiquería que había hundido a un país tan rico en la mayor de las pobrezas.
Evo dijo: “ganó la nacionalización de Bolivia”. ¡Tenemos patria!