Seguramente un psiquiatra puede explicarlo mejor, pero si uno escucha los discursos de la oposición venezolana, hay una lectura de la situación actual que no se corresponde con la promesa que formulan al país.
En su promesa, Venezuela estará totalmente abastecida con todos los productos, mejorará las conquistas alcanzadas por el chavismo, no va a retroceder a la situación antes del comandante Hugo Chávez, pleno empleo, salario fortalecido para que todos compren el carro, la casa, el celular, la computadora y el videojuego que les de la gana.
Es un país en el cual todos tendrán los recursos suficientes como para que no haga falta que el Estado intervenga en nada.
Un discurso tan lindo debe tener un precio, y lo tiene. Para lograrlo las opciones van desde poner presos a todos los chavistas hasta matar a todos los chavistas, aunque algunos hablan de matar solo a los dirigentes. Después de los encarcelamientos y la degollina, el país despertaría en una estampa paradisiaca donde los niños comparten un prado con las ovejas, los lobos y los leones.
Quizá esa grama tan impoluta y verde haya sido fertilizada con los restos de los asesinados.
Esa es la promesa, pero el diagnóstico que justifica los asesinatos con que sueñan indica que el país está totalmente quebrado, que los recursos se los robaron todos, o que los malgastaron todos o que los regalaron todos.
Por si fuera poco, Pdvsa, Cantv, Corpoelec, las empresas básicas, la educación, la salud, la inseguridad (que también pasa por matar a todos), están en el último estado en que podría estar.
Sí no hay recursos en ninguna parte para construir el paraíso de niños con leones que ya diseñaron, ¿con qué piensan construirlo?
No vaya a pensar que no tienen respuesta. La tienen. Piensan que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) prestarán los recursos para resolverlo.
La paradoja es que si los recursos van a salir de allí, las condiciones que aplican es que se elimine todo lo que conquistó el chavismo y que se reduzca el tamaño del Estado, con las implicaciones que ello trae en materia de salud, educación, vivienda y empleo.
En el prado van a estar solo los lobos y los leones, unos eliminando a los otros.