Por Arturo Tremont|Financimiento de la seguridad social (Opinión)

Si leemos el libro Financiamiento de la Seguridad Social (Rafael Uzcátegui, BCV, Premio Ernesto Peltzer, 1975), vemos cómo el financiamiento de la seguridad social está ligado indisolublemente a la situación económica del país. Existen dos formas de financiamiento: una, es la cotización de empresarios y trabajadores, con aporte del Estado; la otra, de carácter tributario con altos impuestos que soportan la seguridad social. En Venezuela existe el primer modelo, pero las contribuciones son bajas, insuficiente la cobertura del seguro social, aunado a la morosidad de instituciones públicas y empresas privadas. La recaudación del IVSS solo alcanza para gastos de personal y atención médica, mientras que el pago de las pensiones se efectúa por transferencia directa del Banco de Desarrollo Social. Los últimos estudios actuariales son de 2002, cuando se discutía la Ley Orgánica de Seguridad Social y como consecuencia de ésta el proyecto de Ley de Pensiones y otras asignaciones económicas. Nos comentaba un actuario que aun elevando la cotización de empresarios y trabajadores en un 60 % no sería posible cubrir el monto para pagar a mas de tres millones de pensionados. En todo caso, siempre será necesario el subsidio directo del Estado para garantizar la pensión a quienes son beneficiarios y a los que se incorporan anualmente por la contingencia de la edad. La única alternativa es crear el Fondo de Seguridad Social. Aun con bajos precios del petróleo es posible destinar un pequeño porcentaje de las divisas en dólares para ir capitalizando, durante varios años, un monto suficiente destinado exclusivamente a los costos de la seguridad social. Es lo que hemos denominado “una gota de petróleo” para las pensiones.

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