Alejandro Toledo, enemigo del chavismo y expresidente de Perú –en ese orden-, casi tiene los ganchos puestos por los sobornos recibidos para entregar contratos a las transnacionales.
Solo Odebrecht lo habría engrasado con 20 millones de águilas.
Hace poco profetizó que los bajos precios del petróleo sacarían del poder “al señor Maduro y al señor Cabello”.
La profecía se le revirtió por malamañoso.
Si el imperio no lo protege, en la cárcel tendrá tiempo de rumiar su odio a Chávez.