Por Vladimir Lazo García|Maduro y el asilo humanitario a Snowden

La oferta del presidente Nicolás Maduro de ofrecer asilo humanitario a Edward Snowden, y la petición de éste mediante una carta, y la respuesta de Maduro: “Tendrá que decir, cuándo vuela para acá”, cerrarían una parte del proceso que comenzó al denunciar el exagente de la NSA, el sistema global de espionaje que puso en uso el Gobierno de Estados Unidos, para espiar a todos los gobiernos y pueblos del mundo, incluido el control de las comunicaciones de la población, que es de cerca de 300 millones de personas.

Uno de los más conocidos instrumentos tecnológicos usados para tal fin es el sistema Echelon, que puede, al parecer, interceptar cerca de tres mil millones de comunicaciones por día. Ya Alemania pide explicaciones por los 500 millones de interceptaciones al mes. Tal sistema está controlado por EEUU. Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, es decir, los países anglosajones. Éstos pretenden un control económico, político y militar totalitario del mundo.

Snowden renunció a las ventajas de la NSA al denunciar. Es una acción muy loable. El Gobierno de Venezuela debe conocer las informaciones que guarda Snowden, y hacerlas públicas con su consentimiento, pues con una acción de esa naturaleza contribuirá a desviar el rumbo criminal al que lleva al mundo la vesania criminal de la burguesía de EEUU, secundada por los gobiernos europeos, arrastrados cada vez más ante el poder imperial estadounidense.

Éste es un deber del Gobierno revolucionario y el presidente Maduro, por su integridad revolucionaria y su experiencia de canciller lo sabe; con lo que contribuiríamos a realizar el IV Objetivo del Programa de la Patria 2013-2019 que es construir el mundo pluripolar, y el V Gran Objetivo que es salvar al Planeta.

Las informaciones poseídas por Snowden servirían en gran medida para desvelar la conspiración mundial de EEUU y socios contra los pueblos del mundo. Maduro, por buena fortuna, conoce el escenario mundial.

El caso Snowden nos da, nuevamente, la oportunidad de abogar por Julián Conrado, quien es un revolucionario que se encuentra preso desde hace dos años sin juicio ni acusación, y merece trato justo, en primer lugar, porque la justicia venezolana nada tiene contra él; en segundo lugar, por ser un revolucionario y, en tercer lugar, porque nunca ha conspirado contra Venezuela, como sí lo hizo el arrepentido Snowden.

vladimirlazo@gmail.com