Colectivo La araña feminista|Perfil de un varón agresor (Temática)

Los varones agresores piensan que nosotras, las mujeres, somos sus mujeres y que estamos para cuidarles, servirles y atenderles, siendo muy común para ellos la naturalización de la violencia sobre la base del género, sobre todo en el ámbito doméstico. Consideran que hay una relación muy estrecha entre ser violento y hacerse hombre. Es decir, mientras mas confronten incesantemente, cuanto mas valoren sus cuerpos sexuados, mientras mas repriman y opriman a las mujeres, serán los seres mas viriles sobre la Tierra, esto, según sus perspectivas, los hace amos de todas las situaciones.

El varón agresor no conoce de límites, siendo afanosamente una persona con fachada de líder, interesante, alegre, maduro y hasta inteligente, se muestra como alguien que puede ser un ejemplo a seguir. Revelarse así es la estrategia para crear sus propias redes sociales de apoyo y legitimarse como un hombre ejemplar.

Niegan ser violentos, culpan a sus víctimas de sus ataques de ira, justifican la violencia porque es el único medio que tienen para tener el control dentro de las relaciones de pareja. Se muestran como personas sensibles, esto les permite camuflarse mejor y perpetuar sus espirales de violencia hacia las mujeres. Mientras mas edad tienen, mas inseguros y acomplejados se vuelven, razón por la cual arremeten con mas fuerza hacia sus víctimas.

Cuando se relacionan con una mujer libre y autónoma, se sienten en desventaja ya que están en una situación de jaque a su cultura de machos universales y a su identidad masculina; en su defensa, comienzan a desvalorizar el rol femenino, atacando todo el potencial que ven en su pareja, ejerciendo incluso la burla como mecanismo de defensa.

Los agresores no pertenecen a un grupo social en específico: están tradicionalmente en ejercicio de sus arbitrariedades en todos los ámbitos sociales, arremeten contra todas sin ninguna discriminación. Son controladores y sus complejos de inferioridad los llevan a invisibilizar nuestras virtudes.

Quien pretende controlarte, quien manipula, quien cree ser dueño de tu vida y de tu cuerpo, quien quiera privarte de tu libertad de expresión, quien te exige sumisión, quien irrespeta tus decisiones, ese, es un agresor y no puede ser justificado, señálalo como tal, sin miedo y sin dudas.

T/ Jonaika Del Valle Pinto Contreras*
*Seguidora de La Araña