Recientemente fue nombrada la nueva Directiva de la ilegal Asamblea Nacional (AN) en la que Julio Borges -nuevo presidente del órgano legislativo- fungió de vocero de la oligarquía al pronunciar un discurso de alto contenido simbólico y magnicida.
En ese sentido, siguiendo lo que Carlos Matus llama “códigos de la personalidad del actor” -que son los rasgos personales manifestados en la historia de vida del actor: “…la inteligencia, la creatividad, la agresividad, la memoria, la capacidad de juicio, etc., o sus opuestos”- podemos preguntarle a usted que lo ha visto por televisión.
¿En la vida política del actual Presidente de la AN, recuerda haberlo oído hablar, desarrollar de memoria y coherentemente alguna frase, una idea, alguna cita textual de un pasaje o hecho de la historia de Venezuela?
A pesar de su inopia, es consciente de lo simbólico oculto cuando hace el llamado a los militares que las “plumas asesoras” le escribieron y entre otros dolos dice: “…Fueron los mismos militares venezolanos, en voz de Juan Crisóstomo Falcón, quienes tras la hecatombe de la Guerra Federal acompañaron la promulgación del decreto de garantías”.
El Presidente de la AN no tiene ni idea de quién fue Crisóstomo Falcón, ni las causas y desenlace de la Guerra Federal; él odia a Ezequiel Zamora porque lo asocia con el presidente Hugo Chávez.
Son muchos los historiadores -con documentos en manos- quienes apuntan a que la traición y el asesinato de Ezequiel Zamora tienen en Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco los autores intelectuales.
El Dr. Federico Brito Figueroa sostiene que ya en 1859 Juan Crisóstomo Falcón había propuesto a Julián Castro un acuerdo de “pacificación del país, perdón y olvido del pasado”.
¿Quiénes son las plumas que escribieron el discurso?