¿No le ha pasado que, caminando por las calles de Caracas, se topa usted con una valla gigantesca que le ofrece comprar un apartamento en Miami o resolverle la visa a Estados Unidos en solo minutos? ¿Se ha preguntado usted cómo es posible que eso ocurra en un país que se supone sumido en una crisis económica terminal? Mas allá de la perplejidad, se ha preguntado: ¿quién paga esa publicidad, y sobre todo, quién es el público al que va dirigida?
Una reciente investigación de Conatel en tres televisoras y 10 emisoras de radio en Caracas, pone en evidencia la creciente e invasiva presencia de publicidad de productos y servicios pagaderos en divisas (dólares) en los medios radioeléctricos. Publicidad dolarizada, pues.
La investigación realizada en horarios de alta audiencia (prime time), arroja que 60% de los medios y 55% de los programas monitorizados transmite publicidad de bienes y servicios pagaderos en divisas (PBSD).
En términos de presencia publicitaria, los sectores mas promocionados son: negocios e inmigración (36%), viajes (32%) y venta de inmuebles y otros activos (20%), pero también aparecen ofertas de estudio, alquiler de vehículos, servicios de envíos, etc. Destacados “anclas” y comunicadores (la mayoría, rabiosamente opositores) son “la imagen” de este tipo de cuñas que nunca especifican que deben ser pagadas en divisas, aunque resulte obvio hasta para la mas ingenua audiencia que “de eso” se trata.
La creación de un imaginario (expectativas, predisposiciones, hábitos de consumo) favorable a la imposición del dólar no es solo una “oportunidad de negocio”. Forma parte de un modelo destinado a desplazar la moneda nacional. Y sin duda, puede analizarse dentro de la estrategia de perturbación de la economía nacional y de la psiquis colectiva.
Pero también resulta interesante preguntarse: ¿cómo se gestiona esta publicidad dolarizada? ¿Se factura en divisas? ¿Desde Venezuela o desde el extranjero? ¿Se cobra en divisas? ¿Los medios, agencias y anclas reportan estas divisas al BCV? ¿Se presta para la legitimación de capitales y el financiamiento político?
La investigación de Conatel no busca ni puede responder a estas inquietudes. Pone el foco y visibiliza un tema que debe abordarse conjuntamente con las autoridades económicas en el marco de la Ley.
¡Urgentemente!