Camarada llamarada, de Carolina Escarrá G.|Sistema amorfo (Opinión)

El sistema mundial se está moviendo de manera tan vertiginosa que la estabilidad en el marco de la «seguridad» que se había vuelto un hecho concreto desde la visión del hegemón y de sus aliados tradicionales, se tambalea, cae y se transforma en algo amorfo e incomprensible por la rapidez con la que suceden los acontecimientos.

A principios de esta semana, Estados Unidos convoca a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, para evaluar el lanzamiento de un misil balístico por parte de la República Islámica de Irán. Señaló que existen pruebas del lanzamiento, aún cuando se desconoce su «naturaleza exacta», lo cual podría violar la resolución de la ONU en 2015, que le impide la realización de pruebas nucleares. Ello, aupado por su par israelita, como una excusa para afectar a Irán sin tener que lidiar con la postura de los otros países del G5+1 que negociaron el acuerdo. A todo ello, Irán argumenta que «sus misiles no están diseñados para el uso de ojivas nucleares» y tiene prevista una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, en marzo.

No solo durante toda la campaña presidencial, Donald Trump atacó el acuerdo con Irán, que catalogó como “un desastre” y “el peor acuerdo que se ha negociado”, indicando como prioridad de su gestión el desmantelar dicho acuerdo; o ha firmado una orden ejecutiva donde suspendió durante 90 días los viajes de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Sino que varios representantes de su Gabinete han tenido posturas anti-iraníes, como el asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn; el nuevo director de la CIA, Mike Pompeo; o el ministro “Perro Loco” de Defensa.

De acuerdo con Ignacio Ramonet, esta situación se presenta en el contexto de una contradicción que significaría la enemistad con Irán que es aliado de Rusia, cuando se está persiguiendo una alianza táctica con Putin, en la que ya ha venido trabajando Trump, y cuyos temas centrales son el autodenominado Estado Islámico, Corea del Norte y el programa nuclear iraní.

También soterradamente la retoma de las sanciones contra Irán no solo afectaría el juego en el Medio Oriente, sino que probablemente lograría quebrar el equilibrio en la OPEP al cambiar la posición de Arabia Saudita, y generar otro punto de estabilidad al sistema amorfo, afectando nuevamente los precios del petróleo a nivel mundial, para jugar a favor de Estados Unidos y su seguridad nacional. Hecho frente al cual la Patria/Matria de Bolívar y Chávez debe estar muy atenta.

T/ Carolina Escarrá G.
cescarragil@gmail.com
Caracas