Por Marcelo Barros|Tiempo nuevo para la humanidad (Opinión)

Este martes 4 de octubre, en todo el mundo, las comunidades judías celebran la entrada de un nuevo año, el 5.777, en su calendario religioso. Empieza así una semana de festividades que finalizan el miércoles 12, con el Día del Perdón. Según la tradición rabínica, durante todo el año, ese día (Yom Kippur) era la única vez en la cual el sumo-sacerdote podía entrar en el Santo de los Santos, la parte mas íntima del templo y allí él pronunciaba el nombre divino. Las cuatro consonantes sagradas (el tetragrama) que forman el misterioso nombre divino contienen el secreto de amor por el cual el Eterno creó el universo. Por la fuerza de ese nombre impronunciable, constantemente el universo se recrea y se reconcilia. En la celebración del Yom Kippur judío, cada creyente medita sobre su responsabilidad personal y se propone a corregir todo lo que hizo de mal en la relación con los demás. Consciente de ser perdonado, el retoma la alianza con el Creador y anticipa el «último día de la historia,» la esperanza de una humanidad reconciliada consigo misma y con Dios.

Por desgracia, en nuestro tiempo, el nombre de Israel siempre aparece en la prensa vinculado a la guerra y a la represión de los palestinos. Sin embargo, la tradición espiritual de Israel es la paz (shalom) y la justicia. El judaísmo tiene fe en un pacto de amor que el Señor hace con todas las criaturas.

Desde esa perspectiva, la propuesta del Día de la Reconciliación es necesaria para que el Estado de Israel establezca una relación de justicia y paz con el pueblo palestino, así como es urgente para todos los seres humanos en la relación de unos con los otros y con la naturaleza. Necesitamos urgentemente un nuevo y universal Yom Kippur. En la actualidad, la mayor parte de la humanidad busca vivir, en una forma secular y socio-política, la misma ética de justicia y paz que las antiguas religiones proponen de una forma ritual y sagrada. Lo importante es reaprender la paz y la justicia como caminos normales de la humanidad y desarmar a las herramientas que los creadores de guerra inventan para matar, cada día.

En todos los rincones del mundo, donde hay personas que tienen hambre y sed de justicia, esa celebración judía del Yom Kippur invita a creyentes y no creyentes a una reconciliación de cada persona consigo misma, a una mas fuerte solidaridad con todos los hermanas y hermanos en la humanidad. Eso puede ser vivido en una profunda comunión con el Universo, como expresión de la intimidad con el misterio último que las religiones llaman Dios y a la que todos pueden decir Amor.

Marcelo Barros@hotmail.com

No creo en Los Judíos, ellos estan destruyendo el Mundo ¿De que manera? manejan una Política economica y financiera destructiva (tienen el Monopolio Financiero) de papeles,usura,intereses y moras todas especulativas y cuando quieren destruir un Banco primero hacen que sea triple A (inventos para robar), despues lo quiebran(Lemans Brothers 2008) y así una Burbuja Financiera para quebrar Bancos en Cadena a nivel mundial,apoyados por el Conglomerado Mediatico que son 5 Monopolios de la Comunicación en distintos Píses del Mundo. El Yon Kippur NO existe para estos Judíos Sionistas que estan regados en todos los Países.