Afros, por Sibusiso Nkundlane|Bob Marley, filósofo de la libertad (Temética)

Desde mi humilde perspectiva, las líricas de Bob Marley representan la poesía de la resistencia social, política y cultural como un todo. Refleja Bob el concepto “Rastafari-I” (Rastafaraai) , como una vanguardia radical de elevación espiritual de la gente negra, no solamente para los jamaiquinos sino para toda la diáspora africana e, inclusive, para los habitantes de la Madre África misma.

De forma profundamente trascendental en toda su estructura la obra artística de Marley se muestra provocativa y profética en el género del roots rock reggae, con ritmo hipnótico y levantador de la estima a la vez. Bob Marley da la formación infinita de la redención en revolución. Bob Marley, hasta siempre leyenda.

DEL PEQUEÑO BOB AL MUCHACHO RUDO

El abuelo adoraba a su nieto Bob, cuyo padre fue Norval Marley, capitán de la marina británica, quien cuidaba los intereses de los ingleses en tierras jamaiquinas cuyos proyectos imperialistas incluían la propiedad de sendas plantaciones de caña de azúcar, hortalizas, minas de bauxita… Jamaica toda.

El capitán Marley, de los pocos blancos que allí vivían, andaba a caballo de una punta de la isla a la otra. Así conoció al abuelo de Bob, un campesino que tenía conocimientos de la agricultura originaria de su pueblo. También era curandero, especialista en curar casos de brujería con hierbas que la selva le proveía. Tenía el negro una hermosa hija, además de inteligente y laboriosa. Cedella Booker se llamaba. Entre la joven y el capitán inglés se desarrolló una relación íntima que pronto terminó en el embarazo de ésta. El abuelo, como patriarca que era en su comunidad, exigió que el capitán Marley se casara con su hija. Se casaron y Cedella Booker pasó a ser Cedella Marley.

Bob vino al mundo cuando Cedella tenía 18 años, el 6 de febrero de 1945, en el ámbito de una familia estructurada en las raíces de la negritud. El ambiente en que se desarrolla es económicamente rudo. El colonialismo inglés, como todo colonialismo, estaba dejando un legado de violencia social y crisis económica particularmente en la ciudad de Kingston donde se fueron formando barrios bastante depauperados, especie de ghettos donde la gente prácticamente sobrevivía.

Ya a los 5 años, Robert mostraba un talento extraordinario, era capaz de leer y rendir interpretaciones correctas de los textos. Es decir que fue, desde la niñez, un sabio.

Sucedieron experiencias difíciles y dolorosas para el niño Robert Nesta Marley, primero por ser mulato, lo que en su comunidad negra era un estigma, una marca de negación que llamaba la atención de la gente y lo sometía a las burlas. ¡Little brown boy!, le gritaban. Y las burlas por su condición racial lo acompañaron tanto en Nine Miles (un barrio periférico de Saint Ann a pocas horas de la capital) como en Kingston, a donde se trasladó su familia posteriormente en busca de mejores oportunidades para vivir.

Crece entonces Bob como un duro de las calles de Kingston. Formaba parte de los rude boys, una subcultura juvenil resultante de la vida llena de obstáculos y necesidades que ofrecía la ciudad. Junto con sus amigos Bunny Wailer y Peter Tosh, comenzó a hacer música inspirado en la música que se vino en sus oídos de las zonas rurales combinada con la de agrupaciones y proyectos de la cultura hippie y rockera que llegaba a los jóvenes en territorios coloniales ingleses en los años 60.

Garvey es su principal fuente de inspiración no solo como fundador de la Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro (UNIA), sino también por sus discursos penetrantes y contundentes. El histórico padre del panafricanismo, Marcus Mosiah Garvey, nació en la misma isla de Jamaica, en el mismo pueblo en que nació Bob, Saint Ann, solo que en 1887. Garvey estuvo ligado al movimiento de cimarrones jamaiquinos, aquellos con quienes también contactó el maestro de Bolívar, Simón Rodríguez. Recordemos que en sus andanzas por Jamaica, Rodríguez cambia de nombre a Samuel Robinson.

Este movimiento rebelde estuvo bajo el mando de una gran lideresa revolucionaria: la hermana Nanny the Maroon (Nanny la Cimarrona), quien de alguna manera también se siente en la música de Bob. Nanny fundó milicias que huyeron hacia las montañas y selvas jamaiquinas estableciendo comunidades libres y organizadas eficientemente como espacios de liberación y redención. En Venezuela encontramos el paralelo en los cumbes de negros cimarrones.

Agradecimiento infinito a quienes inspiraron o formaron parte del Proyecto Bob Marley and The Wailers. A su esposa Rita, quien sigue incansable con el legado. A sus hijos. A los pueblos del planeta Tierra por recibir de buen grado la herencia de este gran pana.

T/Sibusiso Nkundlane
I/Edgar Vargas