Punto crítico, por Roy Daza|Fidel y el futuro (Opinión)

Millones de trabajadores de todo el mundo levantan su mirada al horizonte y rinden tributo a Fidel, líder del pueblo cubano y de la revolución que ha sido capaz no solo de sostenerse –que ya es bastante en estos tiempos-, sino de aportar una nueva filosofía de la vida a la humanidad, de decir al mundo que la solidaridad no es un cántico decembrino, y que la sociedad puede tener como hilo conductor al trabajo y al amor, las dos fuentes de la vida misma.

El Comandante en Jefe dejó claro que la superación del sistema capitalista –vale decir, su alternativa- es el socialismo, y que no es cierto que con la globalización haya llegado el fin de la Historia, y reiteró una y otra vez, que el capitalismo no se desmorona solo, sino que hay que derribarlo mediante una revolución, y que la revolución socialista tiene como sujeto a la clase trabajadora, porque plantearse una revolución sin un sujeto que la realice, es una simple ilusión.

Fidel aprendió del marxismo: “…el concepto clasista de la sociedad dividida entre explotadores y explotados; la concepción materialista de la historia; las relaciones burguesas de producción como la última forma antagónica del proceso de producción social; el advenimiento inevitable de una sociedad sin clases, como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo y de la revolución social”.

Es Fidel Castro el que desde las mas hondas raíces de la Historia y del pensamiento de Martí y de Bolívar, va al encuentro del futuro, diciendo que ha de superarse por vía revolucionaria la explotación, y que a partir de la conciencia se puede construir un mundo en el que el ser humano esté en el centro de todo, y no el capital y el lucro.

Advirtió sobre la calamidad del cambio climático, y fue un luchador antiimperialista que se la jugó completa. Te decimos Fidel: Comandante en Jefe, ¡Ordene!

dazaroy@gmail.com
Maracay / Edo. Aragua

El momento que vivimos Hoy en día, es clave para la existencia de la Humanidad y sólo tenemos un sólo camino, comprender que sómos una gran familia, la Humana. Y una familia se ayuda unos a otros. Y mientras no lo comprendamos y apliquemos, estamos condenados a desaparecer.