El presidente de la República Nicolás Maduro, al cual de la manera mas ridícula la oposición lo cataloga en estado de “abandono del cargo”, a través de una decisión indefendible en lo jurídico e inaplicable en lo político, ha puntualizado en sus variadas intervenciones de este nuevo año 2017 que el centro de esta fase en ofensiva va directo al tema de la gestión del Gobierno Bolivariano, teniendo como prioridad principal la agenda económica.
Siendo así, las primeras medidas no se hicieron esperar: acompañado de la medida de reducción de 2% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las compras realizadas a través de puntos de venta y la sacada de circulación del billete de 100 bolívares, con el propósito de desnudar las mafias que ejecutan una bien pensada y elaborada guerra contra nuestro país; ahora se suma el incremento salarial del 50% para todos las trabajadoras y los trabajadores, jubilados y pensionados de la Administración Pública, tendente a paliar los efectos nocivos de una inflación consecuencia de la crisis económica actual, de carácter multifactorial.
Aunado a lo anterior, se llevó a cabo la reunión del Consejo Nacional de Economía Productiva, el cual durante todo 2016 ha venido trabajando en función de generar espacios de confianza entre el Gobierno Nacional y el empresariado productivo del país, así mcomo ir destrabando asuntos propios de una burocracia con serios problemas de eficiencia, aprovechando las potencialidades del trabajo mancomunado, todo en aras de solventar la crisis económica a través de la producción nacional.
Sin tener en cuenta aquellos aspectos que el presidente Maduro pueda desarrollar en su Mensaje a la Nación, con motivo de la entrega de Memoria y Cuenta del Gobierno Bolivariano del año 2016, en tales elementos se observa el énfasis hacia una gestión que procure mayor eficiencia en la respuesta del Gobierno en todas las áreas, recuperación de programas y sinceración de las necesidades asociadas a las Misiones,cuestión para la cual se ha lanzado para el 20 de enero el proceso de censo “Carnet de la Patria”.
Mientras vemos estos esfuerzos desde el Ejecutivo Nacional, en la otra acera política del país, la oposición no solo parece no terminar de entender la inconveniencia de seguir pegándose mil veces con la piedra del uso de medios fuera de la Constitución Nacional para simplemente poner en la labor que les preocupa: derrocar a Maduro.
Sumado a esto, aun el país está en espera siquiera de la primera propuesta seria, concreta, no panfletaria, no gamelote, que la derecha tiene que hacerle al país para garantizar gestión de gobierno en una eventual llegada al poder. Esto, a menos que crean que el cliché barato del “cambio político” sea suficiente para tratar de convencer a un pueblo sumamente crítico y cuestionador, y bastante alejado de la palabra tonto y sin memoria.