Honduras conmemora este 15 de septiembre 198 años de la Independencia de la Corona Española, aunque lo hace bajo la crítica expresada por sectores sociales y políticos respecto a la injerencia que tiene Estados Unidos (EEUU) sobre este país centroamericano.
A lo largo de los últimos años han sido constantes las jornadas de protesta en contra de la ocupación de EEUU y su injerencia en los asuntos internos de Honduras.
Una de las primeras protestas fue la movilización de enero de 2018 hacia la base aérea militar de Estados Unidos en Palmerola, al norte de Tegucigalpa, en rechazo a la decisión del presidente estadounidense Donald Trump, quien reconoció a Juan Orlando Hernández como el ganador de las controversiales elecciones del 26 de noviembre de 2017, cuando la oposición alegó fraude electoral.
Recursos de EEUU se usan para represión
En marzo de este año, un grupo de ciudadanos se apostó frente a la sede de la embajada estadounidense en Tegucigalpa, la capital del país centroamericano, para demandar que la administración de Washington retire su respaldo político y económico al Gobierno de Hernández.
Los manifestantes afirmaron que los recursos económicos de EEUU son utilizados por el Gobierno de Hernández para reprimir a la oposición en las protestas.
El 30 de julio anterior, el Frente Antiimperialista Internacionalista denunció la injerencia de EEUU y criticó el doble rasero que algunos medios de comunicación tienen frente a las protestas sociales en Honduras, para las cuales el Gobierno de Hernández sólo ha respondido con la represión.
Existe “una realidad silenciada por los medios e ignorada por gobiernos e instituciones que, sin embargo, se declaran preocupados por las ‘violaciones de derechos humanos’ en otros países latinoamericanos”, manifestó el Frente en una declaración.
EEUU disfraza injerencia
El analista Adolfo Gabriel Carranza recordó, en un artículo publicado en el sitio web criterio.hn, que a finales de 2018, Estados Unidos entregó un avión a la Fuerza Aérea de Honduras (FAH), pese a las denuncias del presunto involucramiento de militares y de funcionarios en actividades del narcotráfico.
“Todos sabemos que Honduras es un país estratégico geopolíticamente y que desde allí el país norteamericano ejerce control sobre Centroamérica y el Caribe. Por eso es su constante injerencia (de EEUU) disfrazada de ‘apoyo contra la corrupción y el narcotráfico’”, sostuvo.
Golpe contra Zelaya acentuó la intervención
El dirigente de la izquierda hondureña Gilberto Ríos sostuvo que la intervención estadounidense en Honduras se vio acentuada a raíz del golpe de Estados contra el presidente Manuel Zelaya, en 2009.
En estos 10 años, el territorio nacional y la soberanía se vendió al Comando Sur de EEUU, Israel y Colombia, dijo Ríos, según un artículo publicado en teleSUR por Dick y Miriam Emanuelsson.
El reporte destacó que como prueba de esta injerencia, han llegado al país centroamericano 300 marines de Estados Unidos que integran la Fuerza de Tarea de Propósito Especial Aeroterrestre de Infantería de Marina.