Este sábado la Alianza de Oposición contra la Dictadura en Honduras, retomó las protestas por el presunto fraude electoral en las elecciones generales efectuadas el 26 de noviembre del 2017, en las que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), proclamó como ganador al actual presidente, Juan Orlando Hernández.
A una semana de que Hernández asuma su segundo mandato presidencial, la ola de protestas se ha incrementado con la quema de neumáticos y barricadas de piedras este sábado, que han llegado a niveles de enfrentamiento con policías y militares, reseñó EFE.
Ante los hechos, la Policía Nacional emitió un comunicado donde explica que al menos cinco civiles fueron aprehendidos porque «de manera violenta se encontraban obstaculizando la libre circulación», en el municipio Peña Blanca del departamento de Cortés, ubicado a 84 kilómetros de San Pedro Sula, capital industrial de Honduras.
El coordinador general de Alianza Oposición y ex presidente hondureño Manuel Zelaya, indicó que en Tegucigalpa capital hondureña, las manifestaciones continuarán por tiempo indefinido a pesar de estar «siendo desalojados, vuelven otra vez» a protestar.
Zelaya advirtió que los cuerpos de seguridad están reprimiendo a los manifestantes que «están en las calles porque la Constitución le asiste».
Tras los resultados emitidos por el TSE, el pasado 17 de diciembre, los hondureños se han movilizados en contra del anuncio que hace oficial que Juan Orlando Hernandez ganó las elecciones por lo que, el ex candidato presidencial de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, no reconoce los resultados.
Nasralla por su parte, manifestó el pasado 3 de enero, que ocho de cada 10 personas en el país centroamericano quieren que Hernández abandone el poder, al tiempo que aseguró que la coalición que encabeza está más fuerte que nunca y sostiene que él ganó la contienda electoral.
El pasado viernes 19 de enero, Nasralla admitió en una carta pública, estar dispuesto a participar en un diálogo nacional que Hernández convocó, exigiendo la presencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como mediador.
«En dicho diálogo deberíamos participar, en forma directa o a través de representantes idóneos, los dos candidatos presidenciales que fuimos en conjunto distinguidos mayoritariamente a pesar de los cuestionados datos del TSE por más del 56 % del voto popular», explica la carta de Nasralla.
Según el TSE, Hernández obtuvo 42,95 % de los votos, contra 41,24 % de Nasralla, pese a algunas irregularidades registradas durante el proceso.