Aprovechando el llamado a trancas que hiciera la oposición el pasado lunes, más de 400 personas, residentes de la carretera Panamericana, parroquia Rómulo Gallegos del municipio Sucre (Zulia), causaron destrozos y saquearon comercios privados e instituciones publicas.
Un grupo de afectos a la oposición aprovechó el vandalismo que se fomentó en algunas zonas para irrumpir en el centro de acopio de los CLAP, que funciona en la localidad de Caja Seca, y de allí sustrajeron 900 cajas de alimentos que serían distribuidas a las comunidades más vulnerables de la jurisdicción.
El secretario de Seguridad y Orden Público, Biaggio Parisi, informó que el denominado “Plantón” se inició de manera pacífica, pero luego se tornó violento cuando llegaron encapuchados que arremetieron contra las instalaciones del Centro de Coordinación Policial Sur del Lago Oeste, ubicado en Caja Seca, y causaron graves destrozos en la planta baja. Durante la turba resultó herido en la región frontal el comisionado agregado del Cuerpo de Policía Bolivariano del Zulia Leonardo Dávila, a quien agredieron con un objeto contundente.
«Rechazamos y repudiamos el ataque terrorista en contra de los bienes públicos y privados, y las acciones irresponsables que ponen en riesgo la vida de los habitantes sucrenses y la de los funcionarios. Estamos orientados en ubicar a los líderes que provocaron estas situaciones», aseguró Parisi.
Precisó que no permitirán que personas ajenas lleguen al municipio a causar destrozos y a alterar el orden público. Los vándalos encapuchados usaron piedras, bombas molotov y morteros con esquirlas para tomar por asalto la estación policial. Destruyeron la fachada de vidrio de una importante entidad bancaria, varios kioscos instalados en la avenida principal de Caja Seca y una tienda de ropa femenina que luego fue saqueada. Por esta acción resultaron detenidos David Eduardo Salas y Janny José Baptista Villarreal, ambos de 32 años de edad, a quienes se les decomisó un taquete de maquinaria pesada con un peso aproximado de 250 gramos y un equipo de computación y tres sillas propiedad del banco.
«Vamos a mejorar las cosas que haya que mejorar en la zona para evitar que personas violentas de otros estados, aliadas con otro grupo violento de nuestro municipio, vengan a arremeter contra las propiedades. Vamos a verificar y a identificar quiénes son, y a reducir los niveles de violencia y de estrés que tienen contra nosotros», señaló Parissi.