Élites de Estados Unidos (EE.UU.), en complicidad con grupos de poder de Europa y otras naciones, pretenden «instrumentalizar los organismos de derecho internacional para justificar la campaña feroz y los ataques criminales contra el pueblo de Venezuela».
La denuncia la realizó el presidente de la República, Nicolás Maduro, quien rechazó la imposición de mecanismos ilegales sobre Venezuela destinados a atentar contra su libertad económica, financiera y comercial.
Ante la 76° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), detalló que Venezuela es víctima de «una persecución sistemática, cruel y criminal» en una violación flagrante de los principios del derecho internacional, establecidos en la Carta de la ONU.
«Venezuela denuncia la campaña feroz y de agresión permanente a través de sanciones económicas, financieras y petroleras; de persecución contra el derecho a la libertad y las garantías económicas que deben gozar todos los pueblos del mundo», puntualizó, al tiempo que agregó que la nación suramericana es objeto del secuestro de reservas de oro y bloqueo de cuentas bancarias en el extranjero, como un mecanismo de presión contra el Gobierno Nacional.
No obstante, señaló que aunque son «años de amenazas que hemos enfrentado, años de feroces campañas y agresiones», Venezuela se encamina al crecimiento integral de su aparato económico y productivo en aras de garantizar la estabilidad social del pueblo.
«Hemos pasado de una fase cruel, dolorosa y de resistencia a una fase de recuperación y crecimiento sostenido con la ciencia, la tecnología y la capacidad espiritual de un pueblo trabajador que se niega a doblegarse, que es rebelde, libre y se crece en las dificultades», enfatizó.
La 76° Asamblea General de la ONU se desarrolla mediante plataformas virtuales, herramienta que permite garantizar el desarrollo de sus funciones y evitar la propagación del COVID-19. De esta manera, desde el año 2020, se implementa el voto electrónico en la toma de decisiones, dada la imposibilidad de concertar reuniones presenciales.
En la inauguración del periodo de sesiones de la Asamblea General, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló la necesidad de reducir la brecha entre países ricos y pobres, al tiempo que abogó por la solidaridad mundial para la distribución uniforme de las riquezas a las naciones menos favorecidas.