Hoy a las 11.00 de la mañana en la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música, ubicado en Quebrada Honda, Caracas, la Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda, bajo la dirección de José Ricardo Pacheco, estrenará el poema sinfónico «Las lanzas coloradas», del jovencísimo compositor Abraham Urdaneta, inspirado en la novela homónima, escrita entre 1929 y 1930 por el reconocido intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri.
Esta prestación será para Pacheco el concierto final de grado, necesario para optar al título de Dirección Orquestal otorgado por la Unearte (Universidad Nacional Experimental de las Artes).
El compositor de tan solo 22 años de edad contó al Correo del Orinoco que después de leer por primera vez la novela de Uslar Pietri, en bachillerato, quedó con la idea de exteriorizar la forma como el texto lo había conmovido.
POR SU PROPIO PENTAGRAMA
Años más tarde, ya en sus pininos como compositor, esa inquietud generada por la lectura de Las lanzas coloradas se combinó con la necesidad de abordar el pentagrama en blanco para recorrerlo en solitario con el propósito de configurar una pieza sinfónica sin la tutela de sus maestros de composición y de orquestación, un equipo de lujo conformado por figuras como Beatriz Bilbao, Juan Carlos Núñez, Orlando Cardozo, Gerardo Gerulewicz, César Maldonado y Edgar Edgardo Lanz.
“Las obras sinfónicas que había hecho estuvieron bajo su tutela y quería hacer algo completamente solo, por mi cuenta. Que la propia revisión de la obra quedara completamente a mi cargo”. Y fue entonces cuando emprendió el proceso creativo con su vieja idea de convertir en música la marca que dejó en él Las lanzas coloradas, confesó el compositor y clavecinista de la Orquesta Barroca Simón Bolívar, además de flautista, tecladista y arreglista del Ensamble Juvenil de Música Antigua A priori i posteriori.
REFLEJO DE SU TIEMPO
No obstante, el vehículo que definitivamente trasportó hasta él a Euterpe (musa de la música) fueron los hechos ocurridos en nuestro país durante 2017, acontecimientos que le tocó vivir desde Carrizal, en el estado Miranda, uno de los puntos más álgidos de aquellos tiempos en esa entidad.
En ese momento Urdaneta quiso reflejar el tema de la guerra y la paz, plasmar “cómo las sociedades entran en conflictos y se enfrentan por interés encontrados, de clase, políticos, etcétera. Yo sentía que Las lanzas coloradas (la novela) reflejaba mucho eso que estábamos viviendo y que me tocaba muy de cerca, porque tanto José Ricardo (Pacheco) como yo somos de Carrizal y vimos las tragedias que ocurrieron ese año. Entonces sentí que todo eso se tenía que expresar de manera artística”, relató.
HISTORIA SONORA
Según describió el autor, la pieza de unos 20 minutos de duración, aproximadamente, no sigue de manera fiel la estructuras clásicas, pero sí busca seguir de manera lineal el hilo narrativo que plasmó Pietri en Las lanzas coloradas.
En una introducción “bastante atmosférica”, el poema sinfónico pretende presentar a los personajes principales, el hacendado Fernando Fonta y el capataz Presentación Campos.
Al mismo tiempo, en su primera parte la composición de Urdaneta busca sumergir a la audiencia en el ambiente inicial de la novela “como de cuento, como de fantasía” y también situarlo en el contexto local donde trascurre la historia, definido por ritmos de tambores afrovenezolanos.
Una vez presentes los personajes, siguen otros temas que reflejan otros ingredientes de la novela como la gesta independentista, representada con un lenguaje cercano al romanticismo y el tema de la igualdad, presentado en un ritmo de siete octavos. Finalmente, luego de reinterpretar en códigos sonoros otras ideas contenidas en la novela medular de Uslar Pietri, siguen los momentos de mayor zozobra e inquietud convergen en una armonía cargada de disonancia en referencia a las tensiones sociales contenidas en el texto.
En consideración de José Ricardo Pacheco, Urdaneta logró plasmar en su composición la estética poética que caracteriza la prosa de Uslar Pietri e interpretar en el lenguaje musical la ambición del poder de dos personajes principales que se enfrentan por intereses encontrados hasta el desenlace fatal para ambos.
UN ESPACIO PARA EL FUTURO
“El poema de Abraham (Urdaneta) me parece que representa realmente lo que quiere decir la novela. Una vez que te sumerges en él puedes sentir los ambientes generales, sientes el ambiente de tensión, de nostalgia, de destrucción al que se llega al final de la pieza. Puedes sentir muchos ambientes y los elementos nacionalistas, como un golpe de tambor de Aragua donde se ubica la hacienda El Altar”, acotó el director.
Pacheco, de 23 años de edad y director de Orquesta Sinfónica Juvenil de los Altos Mirandinos, apostó por incluir nada menos que en su concierto final de grado el estreno de «Las lanzas coloradas» por su interés en poner sobre relieve el trabajo de las nuevas generaciones de compositores.
El director acotó que no se trata, ni de manera remota, de dejar a un lado a los autores clásicos y consagrados nacionales e internacionales. “Pero siento que debemos dar a conocer y resaltar a las nuevas generaciones de compositores”, insistió.
En segundo lugar, con este estreno Pacheco persigue configurar un repertorio “nacionalista”. De hecho, luego de «Las lanzas coloradas», el programa de hoy se completará con el «Concierto para piano y orquesta en la mayor», de Evencio Castellanos, pieza que, de acuerdo al batuta, no se interpreta desde hace unos cuatro años. En esta segunda pieza Luis Sierra fungirá como solista invitado.
Igualmente figura en el repertorio la «Segunda sinfonía» de Tchaikovsky, autor ruso cuya música “se ha adoptado muy bien en Venezuela y que incluye elementos nacionalista en su música. La idea del repertorio es hacer una gala nacionalista un homenaje a los clásicos venezolanos y destacar el trabajo que hacen las nuevas generaciones de directores”, argumentó José Ricardo Pacheco.
Este espectpáculo tendrá lugar hoy a las 11:00 a m, con entrada gratuita, en la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música.