La estabilidad en la frontera turco-siria está bajo la amenaza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), con la activación de los misiles Patriot, aprobada el martes por los cancilleres de la alianza imperial.
El secretario general de la Otan, Anders Fogh Rasmussen, anunció que los 28 ministros respaldaron la petición de Turquía, impulsada por Alemania, Holanda y Estados Unidos.
Rasmussen aseguró que la activación de los misiles «no se hará para apoyar una zona de exclusión aérea ni ofensiva alguna» sino para «defender» territorio turco de «posibles ataques sirios».
En una entrevista con Russia Today, el especialista en Medio Oriente, Basem Tajeldine, afirmó: «El emplazamiento de estos sistemas Patriot en territorio turco frente a las fronteras con Siria está anticipando el escenario belicista».
Recordó que durante el inicio del conflicto interno que enfrenta el pueblo sirio desde marzo de 2011, Turquía «ha prestado su territorio para la infiltración de elementos mercenarios a Siria».
“Naturalmente, esto último (activación de misiles tierra-aire de largo alcance) ya representa una acción directa por parte del gobierno turco, de contar con una fuerza capaz por un momento de intimidar al Gobierno de Siria», agregó.
A principios de octubre, la frontera turco-siria fue escenario de bombardeos ordenados por Ankara, en respuesta a un misil proveniente de suelo sirio que mató a cinco personas en la localidad de Akçakale, en la provincia Sanliurfa.
Inmediatamente, el Pentágono envió un contingente de soldados a Turquía para «cooperar» en la zona fronteriza donde permanecen miles de refugiados que han sido desplazados por la acción terrorista de los mercenarios que tratan de derrocar al gobierno de Bashar Al Assad.