Luego de extensas negociaciones con el gobierno de Irak, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) anunció que el 31 de diciembre finalizará su misión de entrenamiento en la nación, invadida desde 2003.
La administración iraquí se negó a que las fuerzas extranjeras se mantengan en el territorio, al rechazar la propuesta de que las tropas tuvieran inmunidad legal, reseñó la agencia Efe.
«Un acuerdo para extender este exitoso programa se ha revelado imposible, a pesar de las negociaciones llevadas a cabo durante semanas», explicó el secretario general de la alianza militar, Anders Fogh Rasmussen.
Pese al anuncio, el titular de la Otan afirmó que la alianza intenta «construir sobre los éxitos y el espíritu de nuestra misión de entrenamiento para seguir reforzando nuestra asociación y nuestra relación política con Irak».
Aunque Rasmussen indicó que la paz y la estabilidad en el país son «beneficiosas para el conjunto de la comunidad internacional», hasta el momento esta situación no se ha logrado.
«Nuestros formadores pueden estar muy orgullosos de lo que han conseguido durante los últimos siete años, contribuyendo a la capacidad de seguridad de Irak y ayudando a desarrollar unas fuerzas más sostenibles y multiétnicas», señaló el líder de la Otan.
La Otan ha entrenado a más de 5 mil efectivos militares y 10 mil policías iraquíes y desde que comenzaron los ataques contra Irak, se calcula que han muerto más de un millón de personas.
La invasión se inició bajo el argumento dado por Estados Unidos de que el gobierno de Saddam Hussein construía armas de destrucción masiva, algo que fue desmentido por la Casa Blanca cuando la incursión guerrerista ya estaba en marcha.
DISCUSIONES EN WASHINGTON
Mientras se conocía esta noticia, el primer ministro de Irak, Nouri Al-Maliki, inició una visita oficial de dos días a Estados Unidos para examinar la cooperación bilateral, en especial la presencia militar extranjera en su país.
Durante esta jornada, el gobernante será recibido en la Casa Blanca por el presidente Barack Obama, con quien abordará el retiro de tropas estadounidenses de la nación.
La Casa Blanca había anunciado la salida de unos 39 mil uniformados que permanecían en Irak, debido al estancamiento de sus acciones y la resistencia de grupos rebeldes.