El general estadounidense Joseph Dunford, jefe de las fuerzas de ocupación de la OTAN, emitió este domingo un comunicado sobre el soldado de ese país, Bowe Bergadahl, desaparecido hace cuatro años.
Según informaciones divulgadas en Kabul, Dunford dijo que «había esperanzas de que regresara sano y salvo», sin aludir a las formas o medios que se emplean al respecto en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN).
Pero las versiones sobre el caso varían notablemente y de acuerdo con medios de prensa locales Bergadahl fue capturado cuando deambulaba ebrio fuera de una instalación militar de Estados Unidos en la provincia de Paktika.
Las fuentes de la OTAN afirman que los insurgentes lo secuestraron, más nunca han divulgado si resultó tras un combate u en otra acción militar, pero dieron a conocer un vídeo sobre la red Haqqani, parte de la insurgencia afgana acerca del caso.
En el breve filme, un portavoz insurgente afirmó que la liberación del soldado es una decisión exclusiva del Mullah Omar, uno de los jefes de la resistencia afgana contra la ocupación extranjera.
Para la vocera del Departamento estadounidense de Estado, Jen Paaki, la liberación del prisionero es una «prioridad» para Washington, que presiona para tratar el asunto en una oficina talibán en Catar, cerrada primero y recientemente abierta.
El presidente Hamid Karzai criticó esa reapertura y declaró que no se contó con su gobierno, a la vez que diversos grupos de la insurgencia reiteraron su negativa a negociar mientras el país continúe bajo ocupación extranjera.