Por Ricaurte Leonett|La OTCA y los nuevos desafíos (Opinión)

Debemos convencernos de que la Amazonía es compleja y muy delicada.

Por ello su conservación y preservación de todos los procesos que ocurren en ese inmenso sistema contribuyen a la precaria estabilidad de los mecanismos ambientales globales.

Se señala que el proyecto amazónico abarca aproximadamente 8.2 millones de kilómetros cuadrados.

Para incidir sobre los procesos que ocurren en la Amazonía se estableció el 3 de julio de 1978 el Tratado de Cooperación Amazónica (TCA) que fue suscrito por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela; el TCA ha venido desarrollando mecanismos para orientar una visión común a todos los países.

En 1998 estos mismos países decidieron establecer la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y su Secretaría Permanente (SP), luego el 13 de diciembre de 2002 se inauguró en Brasilia, Brasil, la sede la OTCA, donde funciona la SP. Su instancia máxima es la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores.

Los países miembros cuentan con comisiones nacionales permanentes (CNP) que son las encargadas de la aplicación, en sus respectivos territorios, de las disposiciones del TCA, así como de la ejecución de las decisiones adoptadas por las reuniones de los ministros.

En noviembre de 2009, los presidentes de los países miembros declararon: “Un renovado y moderno papel como foro de cooperación, intercambio, conocimiento y proyección conjunta, para enfrentar sus nuevos y complejos desafíos internacionales que se presentan” e instruyeron a los ministros de Relaciones Exteriores a que prepararan una nueva agenda estratégica de la OTCA para el corto, mediano y largo plazo.

ricaurteleonett@gmail.com